sábado, 6 de abril de 2019

El Aviador DRO y sus Obreros Especializados - Apolo 2

El Aviador DRO y sus Obreros Especializados
La {2} de Apolo - Bcn

No es habitual que un grupo como Aviador Dro pueda celebrar un 40 aniversario, eso son muchos años para un grupo y si lo definimos como "Tecno-pop" todavia mas, pero ellos se han mantenido firmes a sus origenes que datan de hace casi medio siglo. Sus consignas, sus mensajes, sus discos y sus puestas en escena llevan el himno aereo un poco mas alto si cabe.
Para tal celebracion se presentaron en la sala Apolo, Servando Carballar (Biovac), Marta Cervera (Arcoiris), Ismael Contreras (ATAT), Mario Gil (Genocider F15)  y Alejandro Sacristán (CTA 102) dispuestos a llevarse al personal volando por esos cielos de luz y sonido que solo ellos son capaces de crear.



Un repaso a casi todo su repertorio hizo que las casi 400 personas que se dieron cita esa tarde disfrutaran con sus temas mas emblematicos.
En la calle mas bien parecia una fiesta celebracion "Star Wars" que un concierto del Aviador ya que algunos acudieron con sus caseros trajes espaciales, mascaras o cualquier otro elemento que denotara que esa era una ocasion especial.



Canciones como "Nuclear si" "Selector de frecuencia" "La television es nutritiva" "Himno aereo" "Vortex" o "Programa en espiral" hicieron que la gente se lo pasara teta, no cabe duda de que en Barcelona tienen su publico, todo ello acompañado con una puesta en escena mas que correcta con reparto de panfletos, algunos frascos con bebida radioactiva que mas de uno se nego a probar y colofón final con el tema " Godzila" en la que el polifacetico Alejandro Sacristán se puso el disfraza de dicha criatura.



40 aniversario se dice pronto, pero si la maquinaria aerea no estuviera perfectamente engrasada seria imposible.
Bienvenidos al mundo Vortex.

Texto y fotografías: Miguel Alferez

lunes, 1 de abril de 2019

Glenn Hughes - Sala Apolo

Glenn Hughes
Sala Apolo - Bcn


La oferta musical en una ciudad como Barcelona es copiosa. La cartelera está repleta de músicos que lucen calidad contrastada y disfrutable, pero cuando te enfrentas a una leyenda como la de Hughes te das cuenta que en su mayoría son fuegos fatuos, luceros fugaces que en el momento que se enfrentan a una estrella de verdad sucumben como el retrato de Dorian Grey.
Si además el planteamiento es el de recuperar lo más destacable del Mark III y Mark IV de los siempre reivindicables Deep Purple, solo cabe esperar una velada memorable. 
Inicio fulgurante con una proverbial “Stormbringer” con un Hughes pletórico de voces y muy alejado del look garrapatero: rastas y camisetas raídas sacadas de Cáritas que con tanto orgullo lucen ciertas estrellitas modernas. Hughes sabe que la puesta en escena tiene una importancia capital y actúa en consecuencia.



Durante un instante dude si basaría el show en los temas de la etapa Blackmore o por el contrario resaltaría el injustamente vilipendiado Come Taste The Band en el que ejerció una mayor influencia. Finalmente la etapa Blackmore ganó por goleada. 
Y es que solo tienen que sonar los primeros acordes de “You Foll The One” o “Mistreated” para que la platea emule el ulular angustioso de un hormiguero revuelto.
Los músicos que lo acompañaron cumplieron sobradamente su cometido. Destacando por encima de todos el batería que desplego un estilo muy cercano al de Paice. Muy dinámico y huyendo de la contundencia de la que hacen gala otros bateristas del Hard Rock.



Aproveche el momento en el que interpretaron la trilladísima “Smoke On The Water”.  Aunque para mí es un tema muy trillado siempre es reconfortante ver  la faz eufórica y los ojos barnizados por el alcohol de la multitud variopinta, esa vibración vital me atrae cual imán.
Pero en un concierto de Hughes no hay tiempo ni para evacuar y en cuanto escuche los primeros acordes de “Georgia On My Mind” me toco subir los peldaños de la escalera de 5 en 5.  Sublime en su interpretación, pecho henchido de júbilo, orgulloso, soltó un flamante grito final que sonaba a victoria.
Final de Concierto con la obligada “Burn”. Un músico que recoge el fuego sagrado de la banda madre y que actualmente defiende su legado mejor que nadie.

Texto: General Lee
Fotografías: Manuel Alferez