viernes, 29 de diciembre de 2017

Red Elm + Ephemeral Paradox - Monasterio

Red Elm + Ephemeral Paradox
Sala Monasterio - Bcn


El artículo neutro sustantiva el nombre o la frase consiguiendo así un sentido abstracto del significado, una indeterminación que si bien es totalmente necesaria para una comprensión etérea, muy ligada al arte, paradójica y venturosamente no tiene nada que ver con éste. Esto es, el arte, desde luego, lejos de ser algo neutro y aun siendo precedido por un artículo masculino, realmente podría entenderse como un sustantivo epiceno, es decir, un nombre que mantiene el género pero que en realidad no lo ostenta sino que es ambivalente. Porque el arte, comprendido y embebido por las disciplinas que lo compendian, jamás neutral aunque en muchas ocasiones abstracto, es poco más que una retórica lingüística que engloba las diferentes inspiraciones en que se divide, desde la música a la escritura, o desde la pintura, a la ebanistería o la fotografía, creando ese sustantivo epiceno cuya neutralidad se basa, cabalmente, en la naturaleza del artista. Regalando bien distintas exposiciones de un mismo estilo, sin enfrentamiento o competición, con el afortunado concretismo del propio género como podríamos encontrar en un paisaje concreto pintado con los mismos colores e idéntico método. Afortunadamente, diferenciaríamos, en primer lugar el carácter y personalidad del artista y, en segundo lugar, esa gran o pequeña mano que ha manejado el pincel, porque el arte, no entiende de género y sí de naturaleza, belleza e inspiración. Otro ejemplo de ese afortunado deseo de no abrazar la neutralidad, fue posible comprobarlo el pasado día veintinueve de diciembre en la de por sí sustantivada, pero no por el artículo neutro, Sala Monasterio, en el Port Olímpic de la siempre Layetana ciudad. Dos bandas de metal alternativo y progresivo con el sello innato de su género y el de la madura, por llevar unos cuantos años, e ilusionada, por ser de cuño reciente, calidad innata de sus componentes, “Red Elm” y “Ephemeral Paradox”.
Las primeras en ascender al escenario y no precisamente para convertirse en una fugaz contradicción, fueron “Ephemeral Paradox”.



 Esther, vocal; Emily, guitarra solista; Nerea, bajo y segunda voz; Laura, guitarra rítmica; y Grecia, batería. Tomaron el escenario con la ilusión de enfrentarse a una sala atestada de un público repleto de seguidores de su aún escaso repertorio propio repartido entre los nueve temas que tenían preparados para esa noche. Iniciaron su arrebatadora puesta en escena con “Rock’n’roll” presentándose como la banda, de las pocas únicamente compuesta por mujeres, amantes de la música y el metal alternativo defendiendo su sello de género pero, desde luego, mostrando una calidad, aún por explotar, englobada en ese sustantivo epiceno. Un metal, tanto el propio como el versionado donde Emily se convierte en una con sus seis cuerdas arrancándoles punteos y rasgados a la altura de quien homenajea.





 Siempre acompañada a la perfección por Laura, con la rítmica, más comedida pero igualmente a la altura interactuando con Nerea, quien va más allá de ser segunda voz y compenetrarse a la perfección con la cadencia, aportando esa presencia latente de sus cuatro cuerdas. Mientras Grecia, un torbellino sobre los bombos y los platos, consigue comedir su necesidad de expresión con las baquetas y, más allá de mantener el ritmo, aporta un sello inconfundible enalteciendo el producto final. Aunado por la tímida Esther, despojada de ese retraimiento una vez sobre el escenario y teniendo al público, el conocido y el nuevo, como punto primordial de su labor, lanzada sin complejos a versionar míticas voces masculinas. Cierra y abre ese círculo musical de la banda que engancha primero al espectador y, finalmente, le arrastra hacia ese clímax de diversión e incontestable metal donde ellas se sienten más a gusto, “Ephemeral Paradox”. Que, lejos de guardar bultos y mantenerse al margen, una vez acabaron sin perder ocasión para informar de su presencia en redes sociales, tras dejarse agasajar por el respetable se unieron a éste para presenciar a sus compañeros de escenario.
“Red Elm”,



 Raúl Morón “Bübü”, voz; Daniel Valcárcel “Dany”, guitarra solista y coros; Néstor Navalón, bajo y segunda voz; Rubén Galián, guitarra rítmica y coros; y Josu Julià, batería; en su presentación oficial de “Zero”, el primer larga duración,  y encantados con el ambientazo caldeado que habían dejado sus predecesoras, ascendieron al escenario con la premisa de la última participación de Rubén, que se despedía esa noche y, tras la Intro, afrontaron los doce temas que tenían preparados para la velada. “El Guardián de la Luna”, el primero de los ocho pertenecientes a “Zero”, con el que marcaron el ritmo de su Rock/Metal/Alternativo/Progressive, en una sala repleta, de ambientazo ardiente donde la característica voz de “Bübü”, en todo momento interactuando con el público, arrastró a éste a su territorio. El de los coreos y repeticiones de sus estribillos intentando alcanzar el tono de de “Bübü”, el de los punteos y rasgados de “Dany” anhelante protagonista con su habilidad en las seis cuerdas, también el de la segunda voz y golpeador extremadamente presente de Néstor, a las cuatro cuerdas y el de Josu, marcando y elevando una carencia que, a primera vista parece no ser capaz de conseguir por esa particular forma de manejar las baquetas y que, sin embargo, ensalza de tal manera que consigue arrostrar tan difícil objetivo.





 Si bien, la noche, tanto para el público como para la misma banda, se halló centrada en la figura afortunadamente incorregible de Rubén, subiendo y bajando del escenario con sus seis cuerdas y regalando un fin de participación que, desde luego, lejos de ser la única pieza excepcional priva al grupo de su extrema habilidad y calidad, además de una espectacularidad que el respetable hace mucho más que agradecer. Doce temas en la presentación oficial de su último trabajo, “Zero”, que acabó con una indescriptible versión de “Another brick in the Wall” de ‘Pink Floid’ que llevó al público al éxtasis completo como bien les tiene acostumbrado ésta gran banda que, como también es costumbre en ésta incorregible tierra de conejos, inexplicablemente no se encuentra en escenarios de gran envergadura, “Red Elm”. Finiquitaron una noche donde las doctrinales fiestas no influyeron en la asistencia de un público, afortunadamente nada neutro, que disfrutó de dos bandas marcadas por el género, no sólo del Metal, que regalaron un arte, como sustantivo epiceno, que lo único que no provocó fue neutralidad, “Red Elm” y “Ephemeral Paradox”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez

El Drogas - Apolo

El Drogas
Sala Apolo - Bcn


Sin duda alguna para la parroquia rockera este final de año ha estado marcado por el festival Ciutat Rock. Tres citas de altísima calidad en las que tanto Los Zigarros como M-Clan han brillado con luz propia. 
El artista seleccionado para clausurarlo no podía ser más acertado.  El Drogas, autentico referente del rock hecho en castellano ocuparía el escenario de una de las salas estandarte de la ciudad layetana.
Nadie cuestiona a estas alturas de que Enrique Villarreal ha sabido canalizar sabiamente la esencia de Barricada, aquella banda que marco toda una etapa en el rock hispano. Incluso se le ve liberado del estigma de ser miembro de una banda y de esta forma dar rienda suelta a su creatividad como artista.



Esto es lo que nos encontramos esa noche, un artista de esos que dignifican la profesión, sin pelos en la lengua, reivindicativo e incisivo como muy poquitos. El Drogas y su banda llegaron a la ciudad para sentar catedra. 
Desde el primer tema “La Silla Eléctrica” hasta que en “Otros Tragos” recorrieron la platea de la sala con tambor, no hubo ni un ápice de desfallecimiento, ni en ellos ni en un público que agradecido convirtió el evento en una ceremonia jubilosa e indescriptible, no en vano el espíritu de aquellas veladas interminables anida en nuestras almas y esa noche fuimos todos uno casi hasta desfallecer. 



El precedentemente bajista de Barricada al verse desprovisto de su mítico artilugio se muestra como un frontman ágil y divertido, interpretando todas esas canciones con intensidad teatralizada, consiguiendo de este modo que todos aquellos fans que se desentendieron al final de los inmensos Barri hayan vuelto al redil cual hijo prodigo. Sus visitas a Barcelona y su periferia se cuentan por sold out.
La columna vertebral de su repertorio es descarnada y feroz, combina sabiamente todas sus etapas, Txarrena, La Venganza de la Abuela, sus discos en solitario y por supuesto lo más destacado de Barricada. Este se traduce en un show musculoso y sin tregua. 



Repertorio impecable, temas como “Algunas Cosas Por terminar”, “Collar Abandonado” y sobre todo “Peineta y Mantilla” deberían tener a todo aquel que pretende hacer canción protesta tomando notas.
La temática de sus temas tienen el don de horadar en lo más profundo del alma de toda generación, sondear nuestros cerebros, meterse en ellos, hurgar en lo más profundo de nuestra intimidad. De esta forma en el momento en el que sonaron temas como “Tentando a la Suerte” “Oveja Negra”, “No Hay Tregua” o “Todos Mirando” los cimientos de la sala tuvieron que soportar un seísmo de 8,3 en la escala de Richter.



Para el final se reservo la ya mítica “En Blanco y Negro” con la que llego la catarsis. La platea totalmente agitada con un personal que había sucumbido al delirio y con una banda dispuesta a complacerlos y a prolongarla hasta el infinito.
En esta ciudad cada vez más aburrida, donde los días transcurren insípidos copiándose los unos a los otros, son absolutamente necesarios festivales como este que acabamos de dejar atrás. Mi más sincera felicitación a Les nits de l'art como artífices de ello. 

Texto: General Lee
Fotografías: Maria Jose

sábado, 23 de diciembre de 2017

M Clan - Razzmatazz

M Clan
Razzmatazz - Bcn


Este año el festival Ciutat Rock se ha empeñado en endulzarnos el solsticio de invierno y para la segunda cita nos traían a una de las bandas más emblemáticas de este país. M-Clan son sin duda unos supervivientes y no solo mantienen su poder de convocatoria, sino que lo incrementan. De esta manera 1600 almas abarrotaron una sala Razzmatazz que esa noche rebosó rock y carácter.
Aunque en su visita anterior un repertorio tan placido como el del disco que presentan en esta gira (el excelso Delta) le fue como anillo al dedo a un foro como el Auditori tenía serias dudas como se comportaría en una sala diseñada para desplegar la artillería pesada. Y efectivamente esto es lo que hicieron los murcianos y más que el fin de gira de un álbum la velada se tornó en un repaso a su prolífica carrera del que solo excluyeron su magnífico Defectos Personales.



Tarque como siempre, la garganta mas fiable de este país mantiene ese magnetismo que lo hace único sobre las tablas. Despiadado instinto de los depredadores y el olfato del showman definitivo maneja los tiempos a la perfección, se hizo dueño y señor de la sala desde las primeras notas de “Usar y Tirar”. 
La banda gobernada por el siempre omnipresente Ricardo Ruipérez desplegó pericia y oficio haciendo que esa noche todo sonara perfecto. David Soler le da a la banda un plus de calidad inédito hasta este momento. Posiblemente la mejor Pedal Stell de este país poniendo su talento al servicio de una de las bandas definitivas que ha dado este país. Prisco y Chapo formidables ya forman parte de la memorabilia de los fans de la banda. 



De esta forma continuaron desplegando lo mas granado de su repertorio. “Llamando a la Tierra”, “Souvenir” (una joyita que no me canso de reivindicar), “Perdido en la Ciudad” y “Basta de Blues” desembocaron irremediablemente en “La Esperanza” uno de los temas estrella de su ultimo larga duración. Con ella iniciaron el set más sosegado haciéndonos levitar con temas tan contenidos como “Delta” o “Roto Por Dentro”.  



La recta final la marco “Las Calles Están Ardiendo” momento en el que el aire se espesó mientras la gravedad devolvía nuestros pies al suelo.
Final trepidante con temas tan consagrados como “Pasos de Equilibrista”, (con su ya clásica referencia a The Who) “Miedo” (dedicada al gran Dani Flaco que presenciaba el show entre el público) o un “Carolina” que, aunque esa noche sonó desangelada y desprovista del gancho que la caracterizo, el respetable la hizo suya coreándola hasta la extenuación y a la postre salvándole los muebles . 



 La banda está en un momento fascinante han creado su propio laberinto concéntrico donde el rock es la única razón de ser.    

General Lee
Fotografías:  Maria José

viernes, 22 de diciembre de 2017

Mclan + Rulo y la Contrabanda + Sexy Zebras - Sala Repvblicca

Mclan + Rulo y la Contrabanda + Sexy Zebras
"Poetas del Rock" Sala Repvblicca - Valencia

El pasado 22 de diciembre asistimos a uno de esos conciertos que no olvidas nunca, y es que en la sala República de Valencia se juntaron Sexy Zebras, Rulo y la Contrabanda y Mclan, clásicos del rock español a quien apodaron para este pequeño festival “Poetas del rock” por sus letras contundentes y directas.

Los primeros en salir a escena fueron Sexy Zebras, guitarra bajo y batería ¿Para qué más? Este trío madrileño quienes presentaban su último trabajo “La Polla” lo dieron todo en directo ya que, para los que no conozcáis a esta magnífica banda, cualquier escenario se queda pequeño para lo que se mueven.

Un bajo contundente y algo distorsionado junto a base rítmica pesada, pero a la vez dinámica, dan el refuerzo perfecto para que la guitarra rítmica y solista acabe por deslumbrar las voces desgarradas de los tres componentes… Sí, los tres, ya que no hay ninguno de ellos que deje atrás el gritar por el shure SM58, algo que no se ve todos los días, dado que estamos acostumbrados a una única voz líder en directo y el apoyo de los coros.

Este concierto que duró menos de una hora, pero para mí personalmente, duró menos de un minuto, ver ese espectáculo y disfrutar de buenos músicos es algo que te ayuda a evadirte de todo lo que gira a tu alrededor; estamos la banda y yo.



Turno de Rulo y la Contrabanda. Turno del rock español. Turno de poesías con bases melódicas.
Rulo y la Contrabanda son cinco músicos y un poeta encima de un escenario transmitiendo con cada letra un sentimiento. La dura voz de Raúl te hace sentir todo lo que te está diciendo. Cuando empieza el concierto entramos en una atmósfera en la que solo tienes que ver, oír y gritar, ya que no te puedes quedar callado. La gente de la sala se euforizaba más con cada canción hasta el punto de que los más pequeños llegaron a sentir lo que sentíamos los mayores, ya que no hay límite de edad para que una canción te llegue al corazón, lo que pasa con muchas canciones de Rulo y la Contrabanda.



Finalmente, en escena los más veteranos: Mclan y una sala a reventar de gente que no quería irse a dormir, se hicieron más de las dos de la mañana, pero allí nadie quería acostarse, solo queríamos escuchar.

Los clásicos sonaron como si una radio vieja nos cantara al oído, cada vez que ves a un grupo y esperas a que toquen tu canción favorita, es como ir en el coche escuchando la radio y que el locutor te lea la mente hasta tal punto de decir: “hoy quieres escuchar esta canción y yo te la voy a poner” pues, básicamente es lo que sientes cuando vas a un concierto de Mclan, suenan todas esas canciones que son clásicos del rock español y que, por supuesto, estás deseando escuchar.

Un directo energético, y sobre todo participativo ya que la gente acababa las frases del cantante sin temor a equivocarse, es el resumen de este pedazo de directo que se marcó el último grupo de la noche.



"Esta vez, el texto está escrito por la acompañante de Iziar Kuriaki, los lectores habituales estoy segura que entenderán esta última frase, los que no seáis lectores de Iziar aún… para entender este final deberéis buscar sus artículos por La Hormigonera Rock, os aseguro que no os arrepentireis."


Texto y fotografías: Iosune Kuriaki.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Alma de Boquerón - Bar Forum

Alma de Boquerón
Bar Forum - Bcn


Cristales especiales, paredes insonorizadas, puertas que casi presurizan al cerrar y, sin embargo, la vida en la calle como se recuerda hace unos años prácticamente ha muerto. Aquellas arterias de la ciudad, especialmente de las zonas más antiguas, repletas de actividad infantil, juvenil, adulta y veterana no son más que un recuerdo. Una reminiscencia en la que es posible escuchar la risa de los niños y el jolgorio de los mayores que acababa, casi rutinariamente, en unos bares, cafés o tabernas donde la improvisación a base del repiqueteo de palmas, sobre una barra o una mesa junto a alguna guitarra descarriada convertía los lugares en centro de diversión y, por qué no, inspiración. Instantes de comadrería precedidos, en muchas ocasiones, por animadas tertulias, escarceos sobre papeles blancos o servilletas, bien de dibujantes, escritores o compositores o, sencillamente, citas de amantes, de negocios o apurando instantes. Afortunadamente, aún quedan algunos pequeños lugares así, como el barrio de Gràcia, de la siempre Layetana ciudad, en ese distrito en alguna de las tabernas que mantienen aquel talante de arrabal es frecuentado por unos músicos locales y de allende los hombros de Atlas que, el pasado día dieciséis de diciembre en el layetanísimo Bar Forum, uno de esos pocos reductos regido por esas arcaicas y nostálgicas formas repletas de arte y buena mesa. A la no menos arrabalera hora del aperitivo, ofrecieron el resultado de esos encuentros nocturnos, composiciones de rumba, folk, tango, pop, flamenco, rock, country, bolero, matices latinos y un largo etcétera amalgamado,  “Alma de Boquerón”. 


Jordi Nacenta (The Incorregibles Blues Band), voz y guitarra; David Antonin (Santo Machango), cajón, coros y percusiones; Carlos Mendoza (Luz Verde), guitarra, bajo, coros y percusión; y Willbert Álvarez (Luz Verde), guitarra y coros; se apostaron en la ya emblemática terraza del Bar Forum, frente a un público que atestaba la misma y todo el local, con su último y tercer trabajo “Cuerda pa rato” bajo el brazo y a la venta, comenzaron con “Corazón loco”, el primero de los diecisiete temas que tenían preparados, todos propios salvo tres que, por su adaptación, casi podían pertenecerles. Continuaron con “Noches de ronda”, una definición clara de ellos mismos y, como no podía ser de otra manera, “De Vermuteo”, una oda, precisamente, a ese público que bailaba, palmeaba y hacía coros con muy diferenciadas inclinaciones musicales. 


Porque, la música de “Alma de Boquerón”, precisamente, aúna la esencia de las distintas tendencias armónicas, siempre con ese toque rumbero de la tierra y el desenfado de la cotidianidad. Permitiéndoles, por ejemplo en su quinto tema, no sólo a informar ‘Por si alguien no lo conocía’, que “19 días y 500 noches” pertenece a Joaquín Sabina, sino a interpretarlo de tal manera que, posiblemente, alguien dudaría de la autoría del mesetario cantautor. También, precisamente, por el desparpajo de Jordi o Carlos, Willbert o David, no importa, interactuando en todo momento con el respetable, con una mezcla de humor de aquí y de allá, con el desenfado sus letras insufladas por esa auténtica, natural y mucho más reflexiva y trascendente forma de comprender y explicar las cosas de las gentes de los bares, cafés, tabernas o, lo que es igual, “de los del barrio”.


 Y a ritmo de “Aliki Morena”, ‘Trau, trau, trau aliki trau, trau, trau - Trau, trau, trau aliki trau Baila morena’ y tras una particular mezcla con los temas “Caramelos-Sugar man y Stairway” que hicieron enloquecer aún más a un público que no se hartaba ni de la alegría ni del Boquerón, afrontaron los dos últimos temas el primero perteneciente a su último trabajo “Cuerda pa rato”, “Hasta siempre Doctor” y “Va ser qué no”. Y, aunque muchos de los presentes, sin género, a buen seguro ‘Va a ser qué no. Que tú ésta noche no mojas pan ni en la ensaladera’, todos ovacionaron e insistieron en que los músicos no se fueran y, aunque de día, todos con el eco en sus cuerpos del ‘Va a ser qué no. Que no se acabe este hechizo de alcohol ni esta luna llena, esta luna llenaaa...’. Va a ser qué no y se acabó, henchidos todos por la calidad y la muestra pretérita hallada entre otros lugares, en aquella vida de barrio y de los bares, cafés y tabernas que lleva impregnada “Alma de Boquerón”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Jon Alka

Los Zigarros - Apolo

Los Zigarros
Sala Apolo - Bcn


Han dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad. Sus visitas a la ciudad condal se cuentan por sold out y esta vez no iba a ser menos.
Los Zigarros volvían a Barcelona para despedir una gira que los ha llevado por lo largo y ancho de en un país donde el rock and roll cada vez es más minoritario, ellos han sido algo así como esa lluvia que fertiliza la tierra y fomenta el cultivo donde han de florecer generaciones futuras ávidas de rock.

Apenas pasaban diez minutos de las nueve cuando unas sirenas indicaban que la banda estaba a punto de aparecer en escena. Aparición que se demoró un poco pero que en el momento en el que se hizo efectiva llenó la sala de luz, calor y placidez. Inicio fulgurante con un “Antes de los muertos” que sonó a homenaje a los caídos del rock que a estas alturas ya son unos cuantos. Para cuando sonaron los primeros acordes de “Baila Conmigo” se puso de manifiesto que las primeras filas de sus conciertos no son aptas para pusilánimes convirtiendo el centro de la pista en una auténtica batalla campal donde se sucedieron los pogos, bailes y desmelenamientos de sus seguidores más jóvenes, que ya no desparecerían hasta finalizado el concierto.



Lo cierto es que es placentero ver que la banda está en tan buen estado de forma. Aun siendo la quinta vez que los veía en esta gira, no dejan de sorprenderme. Quitando el concierto con los Stones (Quizás por la grandilocuencia del evento) este ha sido el mejor concierto que he visto de ellos.
Ver al público bambolearse placenteramente es de una profusión absoluta. Es como observar a los arboles azotados por una ventisca que poco a poco van quedando desprovistos de su hojarasca. Sus directos son un auténtico maremoto sónico en el que no ofrecen ni una concesión. Las canciones se van sucediendo sin descanso ofreciendo lo que se espera de un buen concierto de rock and roll.



En sus canciones se intuyen muchas influencias, pero todas ellas adecuadas. De esta forma puedes identificar retazos de bandas tan consagradas como AC/DC, Status Quo, Bob Seger o Tequila. Eso si añadiendo en la coctelera un alto porcentaje de personalidad que los hace especiales.
Su pasión por la música queda al descubierto en el momento en el que les lanzan una camiseta con el logo de Nirvana e interpretan casi al completo “Better  Quality” dejando a la sala en éxtasis. “My Sharona” de Knack tampoco le fue a la zaga culminado el episodio de la versiones de manera magistral.



Generosos desplegando energía y atentos con su público cedieron el escenario a un chico que se prometió a la vieja usanza a su chica ante los siete centenares de asistentes que había en la sala. Los Zigarros evitaron posibles responsabilidades civiles subsidiarias interpretando inmediatamente después “Cayendo Por El Agujero”, nunca se sabe.
Canciones como “¿Qué Haras Amor?”, “Hablar Hablar, Hablar” o “Voy a Bailar Encima de Ti” generan un argumentario donde una oratoria espasmódica se adueña de los cuerpos como si del Azazel de Fallen se tratase.  



En contraposición con esas horas que pasas lentas, desnutridas sin más relieve que el hastió, la hora y media que duró su show pasó volando. Antes de darnos cuenta ellos ya estaban muy a gusto “Dentro de la Ley” y se despedían de su público mientras de fondo sonaba el “Listen To Her Heart” del gran Tom Petty.
Ahora se harán esperar una temporada, pero para cuando vuelvan habrán ampliado su merchandising con nuevo disco. Estoy completamente seguro de que la espera merecerá la pena.

Texto: General Lee
Fotos: Maria Jose

sábado, 9 de diciembre de 2017

Buskate la Vida - Sala El Asesino

Buskate la Vida
Sala El Asesino - Valencia

 Ir a El Asesino me hace doblemente feliz, indistintamente para ver conciertos en una de mis salas más entrañables y para que Sara & Rafa nos inviten a cenar, viven muy cerca y Rafa es un gran gourmet.

Había visto la programación y esa tarde tocaban Buskate la vida. Están activos desde 2005 y tienen tres extraordinarios discos autoeditados, “Y ke asko de vida” (2006), “Incivilizados” (2010) e “In memoriam” (2016). No los había fotografiado aún, así que me dirigí a El Asesino. Las 20h. es un tiempo en la tarde perfecto para ver un concierto, antes de que se principien las pasiones desenfrenadas del viernes por la noche.

La sala se va complaciendo de ver entrar a gente y ellos estoy seguro que más. Ha pasado un cuarto de hora del horario estipulado y suben al escenario, "Niños soldado" es la primera canción …y no ves el final a tanto dolor... parece que vamos a tener una buena dosis de Hard Rock esta tarde.



"Titiritero" e "Infierno", del último y del primer disco respectivamente dan paso a una versión, "Ace of spades" de Motorhead, me recuerdan que en el 88 fotografié a los de Lemmy Kilmister en La fuente de San Luis, ¡Qué viejo soy!

"Cabañal" y una balada que no tocarían por motivos técnicos, dieron pie a un batiburrillo de Metallica; "Bendita inocencia", cuarto corte del último disco, puso a la peña en estado neurótico, parafraseando a Heráclito, todo fluye y permanece en la mente de lxs congregadxs pues nuestro será el reino del Rock.


Jose, voz y guitarra rítmica, Carlos, guitarra solista, Alex, bajo, Luis, batería y Ángel, voz, son el alma de Buskate la vida. Canciones comprometidas y sociales, percibo con nítida claridad los sentimientos del quinteto y provoca en mí añoranza de lucha, aunque la añoranza se puede convertir en alegría cuando salga del bar y puedo volver a sentir que esta puta sociedad, como dice mi hija en una de sus canciones, ha de cambiar antes de quemarse en los infiernos, nosotrxs podemos empezar ahora mismo, ya lo decía Durruti: “Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones; y ese mundo está creciendo en este instante.”


“Desorden, desorden, desorden”, "Toxicity" de Sistem of a Down es la siguiente, "Mundo a tus pies", una canción nueva, hace que la entrada ostente la abundante satisfacción de lxs seguidorxs de la banda y la mía, seguidor del grupo a partir ahora.


"Nos vimos en Berlín" de Sociedad Alcohólica y "Jartos de aguantar" de Reincidentes, cierran el concierto… ah no espera que sube Patricia, colaboradora de excepción, a tocar la batería y suena "Kualkier día" de Piperrak; me comentan que esta no la llevan en la lista pero que de vez en cuando la tocan cambiándose los instrumentos por pura diversión ¡ostras y tanto! además Patricia es la compañera de Luis, el batería “asín sí”, con dos baterías en casa la cosa cambia. Me gustan las mujeres que hacen música, y si tocan la batería, instrumento “solo para hombres”, más.

   Estas son las tardes que molan, ahora a cenar con Sara & Rafa, como diría Lou Reed: “Después de esto ya me puedo morir en paz”

Texto y fotografías: Iziar Kuriaki.