domingo, 3 de diciembre de 2017

Elton John - Palau Sant Jordi

Elton John
Palau Sant Jordi - Bcn


La luna más superlativa de este 2017 que agoniza bañaba de luz la montaña mágica de Montjuic. A Sir Elton John le había salido una luminosa competidora, algo que a nuestro extravagante musico parecía no importarle.
Esta vez la puntualidad no fue británica, apenas pasaban unos 10 minutos de la hora señalada cuando un Sant Jordi que prácticamente había agotado sus localidades se quedo a oscuras. Poco a poco los músicos esta vez sí, con elegancia británica iban copando sus posiciones. Primeros compases de “The Bitch Is Back” y Mr John también con excentricidad británica apareció en escena. Breve saludo al respetable y se parapeto tras su piano para ir desglosando uno de los repertorios definitivos de la historia del rock and roll. 



Pocos músicos poseen una colección de éxitos tan apabullantes como Elton John. El lo sabe y lo que a priori era la presentación de su ultimo larga duración se acabo convirtiendo en una exhibición de canciones rocosas y poderosas, un grandes éxitos en toda su extensión. Nadie en su sano juicio cuestiona temas como “Daniel”, “Goodbye Yellow Brick Road”, “Levon” o “Rocket Man” que esa noche fueron interpretadas en todo su esplendor.
La banda que lo acompaña es simplemente arrebatadora, despidiendo destellos de calidad y siendo el engranaje perfecto para que todas esas canciones se multiplicasen en nuestros sentidos con progresión geométrica.



Con dos veteranos en sus filas, Nigel Olsson a la batería y la guitarra de Davey Johnstone que se comportó con una invisible e hipnótica exquisitez. 
Cada vez que el repertorio cambiaba de siglo el entusiasmo del publico decaía un poco, quizas por eso su repertorio se baso en los 70 y 80 siendo el magistral Goodbye Yellow Brick Road el disco al que mas recurrió esa noche.
“Don’t Let The Sun Down On Me” con el malogrado George Michael en pantalla, le entrecorto la respiración a mas de uno, nostálgica y vigorosa marco el inicio de la recta final.



Elton no tiene seguidores, tiene auténticos fanáticos religiosos capaces de cualquier cosa con tal de recibir un exorcismo por parte de su paladín. Se pasaron toda la noche bailando casi imantados a sus asientos, hasta que en el momento en el que sonó “I’m Still Standing” y ya no pudieron aguantar más saliendo corriendo al borde del escenario para desgañitarse al ritmo de un piano salvaje. 
Un trio de ases imbatible como “Crocodrile Rock”, “Your Sister Can’t Twist” o “Saturday Night’s Alright For Fighting” fueron las elegidas para rematar la velada. Aunque aún hubo tiempo para la obligada “Candle In The Wind” que ahora si puso punto final a un show que no preciso de caspa vanguardista-futurista para brillar aun mas que la luna que acariciaba la montaña de Montjuic.

Texto: General Lee
Fotografías: Dimoniet Vermell

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