Los Zigarros
Sala Apolo - Bcn
Han dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad. Sus visitas a la ciudad condal se cuentan por sold out y esta vez no iba a ser menos.
Los Zigarros volvían a Barcelona para despedir una gira que los ha llevado por lo largo y ancho de en un país donde el rock and roll cada vez es más minoritario, ellos han sido algo así como esa lluvia que fertiliza la tierra y fomenta el cultivo donde han de florecer generaciones futuras ávidas de rock.
Apenas pasaban diez minutos de las nueve cuando unas sirenas indicaban que la banda estaba a punto de aparecer en escena. Aparición que se demoró un poco pero que en el momento en el que se hizo efectiva llenó la sala de luz, calor y placidez. Inicio fulgurante con un “Antes de los muertos” que sonó a homenaje a los caídos del rock que a estas alturas ya son unos cuantos. Para cuando sonaron los primeros acordes de “Baila Conmigo” se puso de manifiesto que las primeras filas de sus conciertos no son aptas para pusilánimes convirtiendo el centro de la pista en una auténtica batalla campal donde se sucedieron los pogos, bailes y desmelenamientos de sus seguidores más jóvenes, que ya no desparecerían hasta finalizado el concierto.
Lo cierto es que es placentero ver que la banda está en tan buen estado de forma. Aun siendo la quinta vez que los veía en esta gira, no dejan de sorprenderme. Quitando el concierto con los Stones (Quizás por la grandilocuencia del evento) este ha sido el mejor concierto que he visto de ellos.
Ver al público bambolearse placenteramente es de una profusión absoluta. Es como observar a los arboles azotados por una ventisca que poco a poco van quedando desprovistos de su hojarasca. Sus directos son un auténtico maremoto sónico en el que no ofrecen ni una concesión. Las canciones se van sucediendo sin descanso ofreciendo lo que se espera de un buen concierto de rock and roll.
En sus canciones se intuyen muchas influencias, pero todas ellas adecuadas. De esta forma puedes identificar retazos de bandas tan consagradas como AC/DC, Status Quo, Bob Seger o Tequila. Eso si añadiendo en la coctelera un alto porcentaje de personalidad que los hace especiales.
Su pasión por la música queda al descubierto en el momento en el que les lanzan una camiseta con el logo de Nirvana e interpretan casi al completo “Better Quality” dejando a la sala en éxtasis. “My Sharona” de Knack tampoco le fue a la zaga culminado el episodio de la versiones de manera magistral.
Generosos desplegando energía y atentos con su público cedieron el escenario a un chico que se prometió a la vieja usanza a su chica ante los siete centenares de asistentes que había en la sala. Los Zigarros evitaron posibles responsabilidades civiles subsidiarias interpretando inmediatamente después “Cayendo Por El Agujero”, nunca se sabe.
Canciones como “¿Qué Haras Amor?”, “Hablar Hablar, Hablar” o “Voy a Bailar Encima de Ti” generan un argumentario donde una oratoria espasmódica se adueña de los cuerpos como si del Azazel de Fallen se tratase.
En contraposición con esas horas que pasas lentas, desnutridas sin más relieve que el hastió, la hora y media que duró su show pasó volando. Antes de darnos cuenta ellos ya estaban muy a gusto “Dentro de la Ley” y se despedían de su público mientras de fondo sonaba el “Listen To Her Heart” del gran Tom Petty.
Ahora se harán esperar una temporada, pero para cuando vuelvan habrán ampliado su merchandising con nuevo disco. Estoy completamente seguro de que la espera merecerá la pena.
Texto: General Lee
Fotos: Maria Jose
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