sábado, 28 de noviembre de 2015

Discordia + The Band Olers - Monasterio

Discordia + The Band Olers
Sala Monasterio BCN


La Sala Monasterio, en el Port Olimpic de Barcelona, abrió sus puertas el sábado 20 de noviembre a dos grandes grupos de música. El primero e invitado, fue The Band Olers, unos jóvenes sabadellenses de ritmo alegre y un directo llamativo que caldearon el ambiente para Discordia. El grupo de Rock Combativo de Totana (Murcia) cuyo carácter entrañable, desenfadado se une a esas letras certeras y mordaces.


Culpables de todos los cargos respondieron ante el más alto, su público, testigo no maniatado de que, Discordia, no caerá en saco roto. Tendrán mil y una noches para resucitar, tras morir cada vez que acaben un concierto. Discordia, fieras sin domesticar, una leyenda viva en el escenario, su Fuerte Apache, dan hostias con sus letras para intentar hacer espabilar, no a su público, sino a los culpables del mal estar social.


Y, aunque para ellos todo es relativo, lo único que no lo es, es que a veces, estamos vivos, como ellos consiguen hacernos sentir, alejándonos del muñeco de cartón, del pobre infeliz necesitado del grito ¡Camarada a éste trago invito yo! Porque, Chusky, Fran, José Juan, Billor y Jacinto, una vez que ascienden al escenario, sin ocultar su naturaleza del barrio obrero, nos hacen gritar ¡Ke felicidad! Alejándonos de ese sentimiento acorralado a causa de la ineludible mala sombra que nos convierte en ratones y serpientes, en un eterno día de los inocentes.


Ellos nos vacunan con su “Arte-Facto” con su arte vivo, sin Juicio con un unánime grito ¡Basta! En busca del tesoro de esos ojos que no ven, sin intromisión, con las razones, no de lo que queda ni del uno menos uno, sino con el quizás así, con el sólo dando se puede perder. Sabedores que Discordia, no pierden ni cuando están durmiendo, son el habitante incierto que brinda por la revolución en busca, no de la utopía, sino de un mundo mejor con una música que nos hace quedar enganchados.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez

No hay comentarios:

Publicar un comentario