domingo, 21 de enero de 2018

Encrucijada - Sala El Asesino

Encrucijada
Sala El Asesino - Valencia

Hubo un tiempo, en el que un alegre y simpático Rey en el claro del bosque donde el estío no cesa y nunca se ve la nieve, se enamoró perdidamente de una radiante y resplandeciente doncella… pero la tuvo que dejar en La Fábrica de Hielo porque había quedado con una amiga “pa echarsen” unas birras y él se fue a El Asesino para ver y oír a Encrucijada.

Encrucijada tocó con otra banda que hacían versiones de Ramones, ya lo he dicho alguna vez cada cual es libre de hacer la música que quiera, pero a mí las bandas de versiones no me gustan. He fotografiado cinco veces a Ramones, he estado en una fiesta con Joey, hice las fotos de una entrevista en Barcelona (todo esto se puede ver en el libro Ramones de la editorial La Máscara) y lo más importante, me merecen mucho respeto.



Pero el hecho es, que disfruté mucho con la primera banda. Encrucijada, es un Power trío que un espectador astuto, calificaría su música como Rock Alternativo con toques de Grunge y Rock Oscuro. Su año de vida y los cuatro meses que lleva el “multiinstrumentista” Gilberto a la batería, hacen que el grupo se vaya ensamblado, Miguel a la guitarra y Tommy al bajo y a la voz, completan el combo.

"Arriésgate con tus sueños", canción con la que reaccioné al subidón de mi, también, primera cerveza, que me dió fuerza y cualidad divina como al espíritu santo. Me iba a gustar el concierto. Le siguió "Ser rico le costó", la memez patética del interior de los ricos son los intrínsecos deseos de los pobres, claro, esto es lo que dicen los ricos ¡putos ricos!


"Una mente confundida", iba a cambiar algo en mi mente, la intriga de las canciones que seguirían. “No vivas por nadie, que no lo merece”, forma parte de la letra de "No culpes a los demás", ésta daba paso a la quinta, "Gritos que ya no se escuchan", melodía contra las guerras, el símil de que son como un vaso de cristal me gustó.

No tardó en llegar la siguiente, "Dueño de mis decisiones", justo lo que me gustaría ser a mí, pero estoy tan confuso que olvidaré aquello que decía Salvador Dalí: “Lo importante es sembrar la confusión, no eliminarla”.


Como al resto de lxs congregadxs se me hizo muy corto el repertorio, pero la séptima y última canción, "No lo sé", produjo que me sumergiera en el pensamiento de volver a verlos en un concierto más amplio, con esta reflexión estuve atento a la letra de la armonía que finalizaba el recital, “Cuanto tiempo he estado atrapado siempre aquí, se confunde toda mi alma…”.

…la doncella era muy rica y el rey era muy pobre, por eso, después del concierto ella le invitó a cenar, fueron felices y comieron perdices.

Texto y fotografías: Iziar Kuriaki

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