sábado, 31 de diciembre de 2016

The Lost Links - Bar Forum

The Lost Links
Bar Forum Bcn


La modernidad del clasicismo es una clara muestra de la eternidad del buen hacer, de la indiscutible calidad atemporal. Cierto es que el mundo avanza hacia un futuro errático y exonerado de cualquier vestigio arcaico, sin embargo, si quiera es posible descartar la rueda, emblema tecnológico por antonomasia. Un avance que al ser humano le ha llevado hasta ésta era de mensajes de texto cibernéticos, a punto de caer en las manos de la holografía y ansioso de dejar en manos de la inteligencia artificial la dureza del trabajo. Obviando la realidad de esa inalienable presencia circular o de la no menos irrenunciable palanca, en pos de una cultura ‘retro’ donde sigue presente el remoto ‘ring-ring’ en los teléfonos inteligentes. Un ejemplo de ese irrenunciable olvido de la ‘rueda’; ya con ejes y con un motor de arrastre; en el mundo de la música, fue posible vivirlo el pasado día treinta y uno de diciembre. En el no menos atemporal, acomodaticio y, desde luego, bastión de la música en directo en la siempre layetana ciudad, “Bar Forum” con rockabilly, rhythm n’blues, surf, beat sixties, blues e incluso ritmo latino de aquellos años cuarenta a sesenta. Luis Bcn, batería; Gabriel “Gaby”, guitarra; Salvador Malo González, contrabajo; Danny Romero Mas “Aloha”, voz y guitarra; “The Lost Links” hicieron mover, cual bailarines de aquellas décadas, a los asistentes que colmaban el local, improvisando, incluso, un “Happy Birthday” en honor a uno de los presentes.





 “Jingle Bells”, “El Mango Tango”, “Route 66”, “Gypsy Stomp”, “Facebook no good”, “Blues stay away form me”, “All of me”, “Shadows fallo ver you” o “Setting and I wonder” fueron algunos de los temas que hicieron volar faldas, mover botas de caña alta y largas punteras, tupés y pañuelos, durante más de dos horas de actual diversión imperecedera. Regado con buenos caldos, algunos espumosos, otros, con el clásico macerado en hierbas inherente a esa hora del mediodía necesitada de suculentos y bien elaborados aperitivos. Ese eslabón de la cadena alimenticia perdido en el origen de los tiempos y que, como “The Lost Links” y su música, aun cuando se asista a los conciertos de forma holográfica, jamás desaparecerá. Como, a buen seguro, no se desvanecerá en el olvido del público, no sólo las más de dos horas de baile, diversión y opíparo aperitivo en el nuevo baluarte musical de la hora del vermut, “Bar Forum”. Sino el cuarteto, Luis, Gaby, Salva y Danny, parapetados tras sus instrumentos embelesando con la modernidad del clasicismo de su música, la de “The Lost Links”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez

viernes, 30 de diciembre de 2016

El Drogas - Razzmatazz 2

El Drogas
Razzmatazz 2 Bcn


Hay quien es capaz de convertir una acción como la queja, a priori, concreta y con fecha de caducidad, en algo completamente atemporal. Aunar un pasado rebelde, un presente inequívoco y un futuro incierto y convertirse en la voz en off de una era cuya vergüenza sucumbió a los sinvergüenzas. Enrique, bajo una figura algo encorvada y, aparentemente taimada, cubierta con coloridos ropajes y la odiada alopecia oculta bajo diferentes pañuelos, tras eternos cristales ahumados se transforma en saqueador de conciencias apoyado en tres sólidos y excelsos bastiones. Y así, los nativos de una tierra, para algunos, origen de guerreros jamás vencidos en batalla, quizá bajo el lema ‘Reñir, aunque sea al puñetero aire’, el pasado día treinta de diciembre abordaron el entablado de la layetana Sala Razzmatazz 2. Enrique Villarreal “El Drogas”, voz; Txus Maraví, guitarra; Flako “Txarrena”, bajo; Brigi Duke, batería; “El Drogas”. 



Con el arrojo del corsario o de aquellos a los que cantaban «Tápate soldado, tápate, que se te ve el requeté», el cuarteto se enfrentó a un público que atestaba el local, ávido de grandísimos músicos e himnos cuya complejidad se expresa con la sencillez de su creador. Con la franqueza y el anhelo de un respetable empecinado en abarrotar la sala y, ya antes de corear cada uno de los temas, bañado en el sudor del arrobamiento y el éxtasis que arribará a su punto de ebullición con el rasgado vívido y parlante de Txus. Apoyado en la cadencia del bajo de “Txarrena” y las baquetas de Brigi y la pregunta inicial de “El Drogas”, ¿Por qué dejamos…?, del tema que da inicio al concierto, “Están para violarlas”. Dos horas y algo más de puro e imparable espectáculo cuyo principio fin no es la chistera y el bastón, tampoco la peculiar forma de golpear los palos ni esas increíbles seis cuerdas rasgadas o las cuatro cuerdas golpeadas. El inicio y el fin, es esa banda perfectamente compenetrada donde, aún bajo el halo de esa inmortal voz rota, no hay un actor principal, sino un cuarteto donde bombos, platos y pedal es una dicción continuada y con propiedad al son de los malabares de Brigi, en ocasiones capaz de seguir tocando erguido y algo alejado de su batería. 



El sonido grave del bajo en manos de “Txarrena”, un canto llano con la personalidad de su, no menos, inquieta presencia yendo de un lado a otro. La lexía aguda o Wah Wah de la media docena de alambres punteados o acariciados con igual autoría por Txus bajo su eterno sombrero. O, sin apelativos, la característica voz del hombre del pañuelo interactuando constantemente con el público. “El Drogas” un grupo que habría seguido tocando tras las dos horas apoyados por el constante aliento de un respetable que, tras forzar los ineludibles bises, una vez más coreó los dos últimos temas de “Barricada”, “Víctima” y “En blanco y negro”. 



Con el anhelo sordo de que la Sala Razzmatazz 2, aún con esos pequeños fallos de sonido, quedase herméticamente cerrada y el concierto hubiera durado hasta que “el sol me diga que es de día”. Hasta esa madrugada de una última noche, antes de la fijada cita de la celebración de un supuesto nacimiento, donde ‘no hubo tregua’ y los irunxemes tocaron y hablaron sobre leyes que son para violarlas, sobre la malversación de sanidad y de sucios bolsillos, de amor y amistad. Iluminando sin pompa pero con ralea, sin boato pero con categoría, con el halo de la sencillez y la humildad al ritmo del verso de la denuncia, de esa palabra clara que no se anda con tapujos, “El Drogas”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Ángel Delgado Sanchez


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Los Zigarros - Sala Apolo

Los Zigarros
Sala Apolo - Bcn
28.12.2016

No hay nada mejor para una noche fría de invierno que calentarse al ritmo del rock and roll. En esta ocasión Los Zigarros eran los encargados de prender la llama.
Finalizaban la gira y para ello eligieron Barcelona, y a pesar de ser muy asiduos a los escenarios catalanes, su público no falló y prácticamente llenaron la sala.
Altanería, arrogancia, chulería, actitud y sobre todo canciones. Eso es lo que define perfectamente a Los Zigarros. Todos esos ingredientes son imprescindibles para que una banda de rock and roll sea creíble y efectiva, ellos en eso son los más listos de la clase. Además (y eso es lo que más me flipa de ellos) su público en general no supera la treintena, algo que hoy en día no es habitual  en un concierto de rock and roll. A tenor de lo vivido esa noche en la sala Apolo, es sin duda alguna la banda actual con más proyección.  



 “Baila Conmigo” fue la encargada de prender una llama que ya no se extinguiría hasta la finalización del show. En el segundo tema ya nos estaban diciendo “A Todo Que Si” tema que da título a su muy recomendable último larga duración. Con  “Desde que ya no eres mía”, “Voy hacia el mar”, la segeriana  “Que Demonios Hago yo Aquí” y “Cayendo Por El Agujero” dejaron claro porque esta banda son una apuesta segura.  Ovidi y Álvaro son un auténtico huracán en escena y la base rítmica es enérgica y contundente. Las influencias de esta banda son muy latentes y de repente suenan a Tequila, AC/DC, Bob Seger, Petty o exhiben una vertiente más Funky sin ruborizarse. La parte más  vibrante del concierto llego a partir de “Voy A Bailar Encima De Ti” momento en el cual las primeras filas se desmelenaron completamente y aquello se convirtió en zona restringida solo apta para Kamikazes.



 “Antes De Los Muertos” y “Tenia Que Probar” mantuvieron la intensidad.  La Tequilera  “Hablar, Hablar, Hablar” con la que comenzaron a tambalearse los cimientos del Apolo, fue la elegida para abandonar momentáneamente las tablas. Apenas unos minutos después volvieron a matar con un “Dispárame” en el que la sombra de los hermanos Young se hizo omnipresente. “Dentro De La Ley” y un   “My  generation” de The Who (que sonó muy reivindicativa) fueron las encargadas de echar el telón a una velada en la que los Zigarros nos embelesaron con una propuesta muy vigente que nos hace creer que todavía hay futuro para el Rock and roll.  

Texto: General Lee
Fotografías: Manuel Alférez



sábado, 24 de diciembre de 2016

The Barroom Buddies Band - Bar Forum

The Barroom Buddies Band
Bar Forum - Bcn


El eco del sonido de las herraduras golpeando al trote contra el suelo precede la llegada de los jinetes, los cuales, después de una larga jornada, se arremolinan alrededor del fuego y, tras un frugal ágape, extraen instrumentos musicales y llenan por completo la oscuridad de la noche. Cowboys ensimismados en hacer del fin de la jornada un espacio de buena música y diversión regada con buen caldo espumoso. Como, el pasado día veinticuatro de diciembre, en el ya más que ducho escenario familiar del ‘Bar Forum’, en el número sesenta y cinco de la calle cuyo nombre rinde honor al poeta y lingüista, Marià Aguiló, de la siempre layetana ciudad y a la soleada hora del vermut, se aposentaron los componentes de una banda, una cuadrilla de infatigables obreros del country outlaw honky tonk de los 70’s & 80’s, “The Barroom Buddies Band”.



 Mario Boronat “Mario Travis” (Rednek Hous Band), vocal y compositor; Jim Tobal “Jim Bass” (Back to Texas, Steff Nvers Band, Alexx T, etc), bajo; Santi “Krant Slowfinger” (Insaciables, Hombre Tranquilo, JudyG & The Martins), guitarra; y Llibert Valls (Screaming Perros, Hot Rock o J. Arkano), batería; vaqueros de acento mediterráneo que, sin fogata, pero al calor de su irreductible público, dieron comienzo con sus propios creaciones y adaptaciones de temas clásicos. Desde “On the road again”, “Mama tried”, “Okie from Muskogee” o “Detroit City”, entre otras con el carácter y las formas de éstos músicos, siempre parapetados bajo sus sombreros cowboy. Que, desde luego, no dejaron a un lado sus propias autorías, “Barroom Budies song”, “Paint from the bottle”, “Lonelines you win again”, “Really Hot”, “I Don’t believe in that”, “Bring me back” o “Middle of hell”. Con esa impronta tan “Buddies” donde premia la diversión y el desenfado por encima de todo, salvo de la enorme calidad de su música, músicos excepcionales ante los cuales, nadie, puede mantener una expresión seria, su desparpajo, sin abandonar el tono frente al micro, sin errar el golpe de las cuatro cuerdas, el rasgado de la guitarra o la cadencia a la batería, les lleva, no sólo a lanzar camisetas y discos a su público. Sino, además, a compartir el espumoso brebaje invitando al respetable a abrir sus bocas para recibir la ingestión del imprevisible caño provocado por Mario.



 Yendo de uno a otro espectador sin dejar de sonreír y, dependiendo del momento del tema, sin dejar de cantar, preparando un final apoteósico donde el respetable se arremolina alrededor de Jim y Santi con sus instrumentos, bajo y guitarra, depositados sobre el suelo golpeándolos y rasgándolos ambos, sin perder una sola letra acompasados por la cadencia de Llibert, sonriente y atento golpeando bombos y platos. Es decir, una fiesta por todo lo alto, con la excepcional alegría de una banda, una cuadrilla centrada en crear mucho más que buena música sureña, sin perder su enraizada mediterraneidad. Ese día, en uno de los puntos musicales que, casi a codazos, se ha hecho un hueco, entre tapa y vermut, en el corazón de layetanos y foráneos amantes de la buena música, “Bar Forum”, los vaqueros condales volvieron a llenar de júbilo y una buena dosis de country a “Buddies” y futuros “Buddies”, “The Barroom Buddies Band”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Marcos Nuñez



jueves, 22 de diciembre de 2016

Canal 69 - El Molino

Canal 69 "Haciendo Equilibrios"
El Molino - Bcn


Haciendo honor al título de su último trabajo “Entre amigos no hay error” y, desde luego, aunque el tema elegido para esa noche se titulara “Haciendo equilibrios”, el grupo de rock & roll de la siempre layetana ciudad, “Canal 69”, no necesitó, precisamente, preocuparse por la pérdida de estabilidad. El pasado día veintidós se convirtieron en el premio ‘Gordo’ de sus seguidores regalándoles en la incombustible y representativa sala del auténtico espectáculo, “El Molino”, ubicada en esa utópica línea terrestre que une la mediterránea ciudad a la que pertenece la banda con grandes ciudades del mundo, un escaparate sin cristal donde disfrutar de su nuevo videoclip, seis temazos del último trabajo al que pertenece el tema central de la presentación y, desde luego, la posibilidad de comprar con autógrafos incluidos ese último trabajo, además de conocer y hablar con éstos ya grandes del rock & roll, “Canal 69”.





El evento comenzó, como no podía ser de otra manera, disculpando la ausencia de Rebeca Jiménez, colaboradora a la voz en el tema, con la presentación de quienes, gracias a todo un equipo respaldándoles, hicieron posible la creación del videoclip. Mario Dc Carbajosa y Vibha DC, directores de la productora y del videoclip y Pepe de la Rosa, director de fotografía, quienes, aún seguros de su buen trabajo, esperaban ansiosos la reacción del público.





Mario y Vibha, consigue a base de planos cortos y detalle, apoyados en la perfecta creación de imágenes consecutivas por parte Pepe de la Rosa, plasmar, casi, fotografía tras fotografía, el mensaje del tema, expresando la dura y, a la par, reconfortante vida del músico. Esa que, esa noche, quedó completamente ceñida a la del aliento y el ánimo para público y banda. Aún con la ausencia de los excelsos colaboradores de su larga duración, Ariel Rot, Carlos Tarque, Aurora Beltrán, Vasco Bariain, Ricardo Marín y la mencionada Rebeca Jiménez. “Canal 69”, pletóricos ante la más que grande aceptación de sus seguidores por el trabajo en común con el presentado videoclip, “Haciendo equilibrios”, compartieron seis temas de ese bombazo que es “Entre amigos no hay error”.





José Masegosa, voz; Oscar García Bragado, guitarra; Edu Martínez, bajo; Andy Padel, teclado; Joan Julià ‘Johnny’, guitarra; y Tony Larrosa, batería, disfrutaron e hicieron disfrutar con “Sabrás quién soy”, “Geishas en Madrid”, “Haciendo equilibrios”, “Gallo de pelea”, “Que no llegue la sangre” y, para finalizar, el tema que siempre les transporta a tierras de la plata, “Diario de abordo”. Una velada que, “El Molino” y esos profesionales en los que se apoya, facilitó para que se convirtiera en una reunión de amigos, admiradores y, como siempre, nuevos descubridores de un grupo, “Canal 69”. Cuyo trabajo, no sólo por el buen resultado de su videoclip “Haciendo equilibrios”, integrado dentro de su último trabajo, “Entre amigos no hay error”, sino por su trayectoria, pasada y, desde luego, mucho más que futura, es una muestra de su ardua labor, indiscutible calidad y su innegable amor a la profesión.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez



domingo, 18 de diciembre de 2016

Big Mouthers "Rock en Familia" - Apolo

Big Mouthers "Rock en Familia"
Sala Apolo - Bcn


No hay duda que el único tiempo analizable es el pasado, “lo que fue”, donde es posible hallar aciertos, errores y causalidades que, invariablemente, transportan a un presente esquivo, a un “lo que está siendo”. A la realidad de observar cómo el tiempo se escapa, casi de forma incontrolable como agua entre las manos, convirtiéndose al instante en un pretérito indeterminado e imposible de analizar. Únicamente ese presente convertido en pasado queda enclavado en la memoria cuando se valora un hecho como relevante, el resto de esos miles y millones de instantes superfluos desaparecen como el polvo arrastrado por la brisa. No obstante, aún, más que obviados, olvidados, esa miríada de millones de cotidianidad en realidad, conforman ese otro tiempo, el futuro, “lo que ha de ser”, donde recoger el fruto de la aparente quietud. Porque, cada instante, es una pieza insustituible del gran puzle que es la vida y, aún en la inadvertencia de su existencia armonizan “lo que ha de ser” convirtiéndolo en” lo que fue”. Y, el pasado día dieciocho de diciembre, en la incombustible y célebre Sala Apolo de la siempre layetana ciudad, hubo miles de instantes multiplicados por el número de asistentes que casi llenaban el antiguo teatro, convertidos en inolvidables momentos, en “lo que fue”, para algunos de remembranza y, para la mayoría, de un descubrimiento que, a unos pocos de esa totalidad, les llevara a enriquecer el mundo del rock & roll. A “lo que ha de ser” fomentado por el proyecto de “Rock en familia” bajo el lema “Descubriendo a”, consistente en conciertos matutinos repletos de incontables “lo que está siendo” como una manera de acercar el rock y todo lo que ello supone, para intentar fomentar actitudes ligadas a cualquier tipo de música y a la vida misma como son el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la perseverancia, la concentración y, desde luego la innegable belleza de ese mundo. Un tiempo, ahora pasado, que se convirtió en un “lo que está siendo” “Descubriendo a Bon Jovi” de la mano de un grupo considerado como la banda de versiones internacionales más impactante de la primera capital mediterránea, “Big Mouthers”. 



Presentados por Eduardo Izquierdo, si bien, tras un breve preámbulo donde, desde luego, con un tono desenfadado y extremadamente comprensible, habló sobre la vida de Jon Bon Jovi y la formación del grupo. Sobre cómo el padre de Jon en vista de su fracaso en el mundo de la música regaló una guitarra a Jon, o cómo éste se vió ante el ultimátum de aprender a tocar el instrumento en una semana y otras muchas cosas que, los ansiosos pequeños espectadores, sonriendo inevitablemente comenzaron a perder interés deseosos de dejarse arrastrar por esa banda sonora de sus vidas en que se han convertido esas melodías con las que sus progenitores, tras ellos, inundan habitualmente sus casas y vehículos. Por lo tanto, Eduardo, atento, aún con confusión incluida, dio rápidamente paso al espectáculo, “Descubriendo a Bon Jovi” y, evidentemente a Nacho Ibánez, voz; JB Lakotta, guitarra y voz; Iván Fusté, bajo y voz; y Enzo Beats, batería; “Big Mouthers”, acompañados por el maestro Stefano Ferri a los teclados.



 El “lo que está siendo” se inició, tras la Intro, con una alegórica invitación “Lay your hands on me” invitando a grandes y pequeños a levantar los brazos, acompañarles con las palmas y cantar el estribillo. Sentando así las bases de “lo que ha de ser”, una afable avenencia entre acérrimos seguidores de Bon Jovi, los padres; unos entrañables descubridores, los niños; y unos músicos capaces de suplantar a los auténticos, gracias a su extrema calidad sin olvidar, “lo que está siendo”, el tono rebajado y cercano dedicado a los incontables e incontrolables retoños moviéndose anárquicos frente a ellos. Aún más cuando la guitarra de JB precede al teclado de Stefano en “It’s my life”, ellas no pueden evitar contonearse como lo hacían, algunas recientemente otras de forma lejana en el tiempo, arropadas por ellos igualmente evocando “lo que fue” con movimientos más bastos. Muy similares a los de sus retoños, éstos, completamente desbocados, algunos, incluso apreciando realmente ese extraordinario sonido de guitarra extraído por JB, o el virtuosismo de Stefan acariciando las teclas junto a Enzo, con sus peculiares baquetas golpeando bombos y platos acompañado en su imprescindible y armónica carencia por Iván, golpeando las cuatro cuerdas para deleite de alguno de los más mayores que observan atónitos a éste sobre el escenario.



 Y, desde luego, Nacho, modulando su voz para extraer un calco exacto de la del original Jon sin, desde luego, dejar de ser él, interactuando con los pequeños y, casi imperceptiblemente, dirigiendo con sus movimientos corporales y aspavientos al resto de la banda. “Born to be my baby”, “Keep the faith”, “I’ll be there for you”, “You give love a bad name”, “Bed of roses” y “Wanted dead or live”, antes de presentar a los miembros del grupo y ajenos a algunos de los más pequeños, haciendo correr a sus padres o madres tras ellos ávidos de nuevas aventuras. Las cuales, al parecer, encontraron en “Runaway”, desde luego en “Living on a prayer” y, finalmente, en “Always” bailando y casi cantando cada una de las canciones, en un “lo que está siendo” que conllevó el protagonismo del pequeño Hugo y su coca-cola, el dedo de Iván en la oreja de un joven seguidor apoyado en el escenario, sorprendido inicialmente y sonriente en el acto al reconocer su protagonismo momentáneo.



 Y finalizó con la ovación sincera de los pequeños y admirada de los mayores, acercándose todos para regalarse unas fotos con los músicos, con los increíbles profesionales capaces de haberles hecho sentir encontrarse en un concierto de “Bon Jovi”. Un “lo que ha de ser” convertido en “lo que está siendo” y que, aunque con resistencias, pasó a ser un “lo que fue” inolvidable en la Sala Apolo de la mano de “Rock en familia”, empecinados en generar “lo que ha de ser” acercando el rock & roll de todos los tiempos, esa matinal “Descubriendo a Bon Jovi” de la mano de aquellos que compendian los tres tiempos, “lo que fue” “Lo que está siendo” y un “Lo que ha de ser” que dará mucho que hablar, “Big Mouthers”.

Text: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez


sábado, 10 de diciembre de 2016

Star Mafia Boy + Mescaleros - Monasterio

Star Mafia Boy + Mescaleros
Sala Monasterio - Bcn

Que el rock facturado en este país está en muy buena forma es un hecho, que el complejo que se tenía en décadas anteriores con respecto a bandas internacionales va quedando poco a poco atrás es otro hecho. Y para constatar esa calidad y acabar de quitarnos ese complejo tenemos bandas como Mescaleros y Star Mafia Boy. Pasión, calidad, entrega, constancia y creer en uno mismo es la receta que aplican.
En una noche de invierno no hay nada más eficaz para quitarse al frio que asistir a un doble cartel de estas características. 
Cartel en el que fueron Los Mescaleros los que se encargaron de abrir fuego. La banda con más de 10 años en la brecha está integrada por Amadeo (Sin duda una de las voces definitivas de este país), Alfonso Digon, guitarrista a reivindicar, Manu Reno, bajista curtido en diez mil batallas y Sergio Gavin, aplastante a las baquetas. Contundentes y aplastantes desde el primer momento con una puesta en escena que no deja indiferente a nadie repasaron lo más destacado de su carrera. 



Así hicieron sonar temas tan contundentes como “Fell My Pain”, “Fire”, “Deep America” o ese himno que es toda una declaración de intenciones como es “Fredom For All”. Cuando Mescaleros iniciaron el concierto la sala presentaba una entrada bastante pobre que se tradujo en una frialdad por parte de los allí presentes, pero poco a poco fueron apareciendo los rezagados y el ambiente se fue caldeando. Hora y media de Hard Rock de octanaje en el que los Mescaleros volvieron a reivindicarse como una de las bandas más fiables del Hard Rock de este país. 



Diez minutos para cambiar el backline y ya teníamos rockeando duro a Star Mafia Boy. Cuando te enfrentas a un concierto de este hombre por primera vez no te puedes creer que alguien de sus características no este llenando salas de aforo considerable, la segunda ve asistes para comprobar que lo que viste la primera no fue un espejismo de un solo día y el resto de ocasiones ya sabes que te estas enfrentando a todo un coloso y especie única en la península ibérica. Este hombre es testosterona pura, no para ni un instante y el escenario es su hábitat natural. Es posiblemente el único músico de este país que puede perfectamente abrir para Michael Monroe sin desentonar en absoluto, aparecer en el directo de Burning y revolucionar todo un Barclaycard Center, realizar giras internacionales saliendo airoso y pertenecer a la última encarnación de Black Halos protagonizando una de las giras definitivas de este 2016 que ya se extingue. Ese es Star Mafia Boy, el secreto mejor guardado del rock and roll patrio. Toda una hazaña haber conseguido enlazar 30 años de carrera en un entorno tan inhóspito para el rock ando roll como es la piel de toro. 



“Ven Conmigo al Ring”, “Tengo Algo Guardado Para Ti” “Corriendo Salvaje” pim pam pum, toda la sala noqueada. Sin concesiones y a la yugular, no hay respiro en un concierto de este hombre. Si vas al lavabo o pedir una birra sabes que te estás perdiendo algo. Los bolos de este hombre no son para entablar conversaciones, son para estar atento y no perder detalle, Star Mafia se encarga de ello. La base rítmica estuvo a la altura de las circunstancias, Juanan Garcia se mostró como un batería mas que solvente mientras el bajo de Juli Martin soberbio, era el complemento escénico perfecto para Star Mafia y eso no es nada fácil.



“Angel Caido”, “Entre Cristales Rotos” y “Oscura Obsesión” nos fueron acercando a el desenlace final. Desenlace entusiasta en el que invito a un titánico Charli 90 para marcarse el clásico de Marc Bolan “20TH Century Boy”. Ovación de la sala y los primeros acordes de “2012 Ciberpunk” parecieron poseer a Star Mafia Boy que salió disparado hacia la barra encaramándose a guitarrazo limpio mientras en el escenario tipos de la talla de Su Gere, Sugar Kane o el mismo Charli 90 se dejaban la garganta coreando el estribillo. Una noche de Rock and roll de esas que hacen afición. El partido de vuelta el próximo sábado en LaMala de Madrid. Si yo estuviese en el foro el sábado sin duda ya tendría plan. 

Texto: General Lee
Fotografías: Manuel Alférez