viernes, 2 de diciembre de 2016

Sexy Zebras - Sala Wah Wah

Sexy Zebras
Sala Wah Wah - Valencia
02.12.2016

A Sexy Zebras los conocí por mi hija Iosune, gran música y mejor persona, no, no es amor de padre, es amor a la música de un tío que puede demostrar más de novecientos conciertos. En todos ellos he disfrutado, unos más que otros, pero el viernes con Sexy Zebras fue brutal, buenos músicos y mejores personas.
La noche prometía, expo con carteles de Ramones en la sala de al lado a cargo de Marcos Casañ y concierto de los Sexy en la sala Wah Wah, después de una agradable cena con unos buenos amigos ¿qué más se podía pedir?
Fundada en 2005, la banda tiene su propio sello discográfico, Vagabundos Records,  indómitos e íntegros con el Rock de Garaje, el Power Trío integrado por Gabriel, Jose & Samuel, sacaron en 2015 su disco “Hola, somos los putos Sexy Zebras” el cual oímos casi entero el pasado viernes.


Grupo en movimiento continuo, solo se paran cuando se acercan al micrófono, o no, Caníbales, El Semental y Vivos o Muertos fueron las tres primeras canciones a las que se fueron acostumbrando nuestros oídos y músculos, los míos esa noche no quedarían “pá ná”.
Siguieron La Flaca “Las arrugas en mi piel, fueron los indicios, quisiera llegar a ver a los hijos de mis hijos”  con letras como estas nos estábamos poniendo en guardia para lo que iba a venir. Visitantes, La Maquina, Salvajes “Lo pone en todos los libros, los ricos comen primero, como tú yo somos pobres vamos a querernos”  aquí ya estaba yo desmembrado muscularmente y atraído hacía un clímax con aroma a poesía.


Decía Delmore Schwartz: “Perplejo, todavía húmedo por el sueño, afectuoso, hambriento y frío, así, así oh hijo del hombre, la noche ignorante, el anhelo de la mañana temprana, el misterio del comienzo una y otra vez, mientras la historia no perdona.” así me sentía yo.
El Perro Jeffrey, Bufalo Blanco, Hijo de Puta estaban a punto de dar con el final de una noche que yo no buscaba, esta interiorizó en mí todas las claves de Rock, por conciertos como este me hice fotógrafo, doy gracias a lo digital porque me hubiese costado el concierto un pastón en carretes.
“Soy un fugitivo, no sé dónde vivo, no tengo dinero y hago lo que quiero”, Fugitivo sería la última canción de la noche, una noche que al ver los rostros de gente contemplando el concierto, comprendí que no había sido especial solamente para mí.

Texto y fotografías: Iziar Kuriaki





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