viernes, 27 de abril de 2018

Dirty Diablos + Ratpenat - Cumpleaños Miki

Dirty Diablos + Ratpenat
Cumpleaños Miki - Rocksound - Bcn


El viernes veintisiete de abril víspera de un larguísimo fin de semana para muchos, aconteció una reunión de imperecederos seres del mundo musical laietano alrededor de una, no menos indestructible, fanhawk con toque rosado. Para celebrar el cuadragésimo quinto aniversario, no de la cresta, que en cierto modo también, sino de su portador, Miki Viñé, una de las figuras clave que ayudan a sustentar y tener en candelera la buena música en la siempre Layetana ciudad. Y, como no podía ser de otra manera, rodeado de amigos, profesionales del medio, también amigos, y grandes músicos alrededor y sobre el escenario atestando el lugar de celebración, en uno de los puntos calientes del directo layetano e internacional, la Sala Rocksound. Haciendo honor a ese pequeño gran círculo musical donde la puntualidad se mide por el deseo de los asistentes de alargar la noche hasta altas horas de la madrugada, el festejo comenzó rayando las once de la noche con la presentación más que oficial de la nueva banda de punk-metal-suena de puta madre del conmemorado, “Rat Penat”, que precedería a su otra banda, ya veterana, de punk and roll y, desde luego, también suena de puta madre, “Dirty Diablos”. 



La novel banda, que no músicos noveles, compuesta por el maestro de ceremonias y cumpleañero, Miki “Puto” Viñé al micrófono, a la guitarra y coros, otro celebérrimo del metal layetano, Rubén Chacón, al bajo y coros, un no menos hombre-música en todos los sentidos, Aleix Costa y, a la batería, otro monstruo aledaño del directo y la historia layetana, Marcos López. Ascendieron al fogueado entablado agradecidos por la enorme asistencia y emocionados por la presentación de su nuevo proyecto, “Rat Penat”, donde el carácter de la tierra toma la palabra y se mezcla el inevitable metal de las seis cuerdas con el talante punk del vocal y las cuatro cuerdas con la cadencia todo terreno de la batería.



Con ocho temas propios y adaptaciones de clásicos, cargados con el léxico y el talante de ésta tierra galvanizada por la ruptura eterna de un encadenado rodeado de fosos. Y, a saltos, punteos, baquetazos y golpes a las cuatro cuerdas, desparramaron entre los asistentes “Vacances”, “Destrucció”, “Som un Adolescent”,  “El Pacte”, “Som aixi”, “Casa del terror”, “Bons nois” y “Destrucció” sorprendiendo a todos, no por la calidad ya constatada desde hace años por cada uno de ellos, sino por una fusión de autoridad aplastante, señera y extraordinaria que, a buen seguro, si el mundo de la música no se hubiera convertido en el réprobo y execrable ambiente que impide casi hasta soñar, les llevaría a marcar un pequeño o gran hito en los anales del entablado. Acto seguido, tras no dejar de agradecer la presencia a todos los asistentes, fueron los “Dirty Diablos” los siguientes en ascender al escenario y continuar con la fiesta del cumpleañero.



Él, Miki “Puto” Viñé, al micrófono, Javi y Razor a las guitarras, Abocatxarru al bajo y Raúl a la batería asaltaron el repertorio de esa noche compuesto por dieciséis temas. Surgidos, como ellos, de las cenizas de las estrellas más podridas de las que iluminan esa ciudad layetana por las que estas ratas, entre el olor rancio y la cerveza caliente, regocijan a sus múltiples fans negándoles, eso sí, una grabación oficial de sus chillidos de roedor con los que, esa noche aún más, atruenan sus momentáneas madrigueras.



 Donde roedores, felinos e incluso cánidos no pueden por menos que alentar sus temas cargados con el fuego de la intolerancia a la desesperanza y la dinamita del ataque frontal a la terquedad de los necios de alcurnia equivocada. “Dirty Diablos” llevaron al propio Miki y a sus invitados hasta un final de fiesta donde, además de llamar al gentío a no extraer bebidas a esas calles donde ir a fumar, éstas, las arterias de la marítima ciudad, guardaran ese transcurrir después de cerrar la Sala Rocksound. No así la celebración de ese aniversario donde “Rat Penat” y “Dirty Diablos” pusieron la música, los asistentes la diversión y la ovación a éstos y, especialmente, al conmemorado Miki Viñé, que harán más que pública una celebración al tesón, el buen hacer y a la amistad resumido en un grito unánime y atronador: ¡Felicidades, Miki!

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Enric Mingullón


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