The Wedding Present
Pérgola de la Marina - Valencia
28-9-2019
Pérgola de la Marina - Valencia
28-9-2019
El 18 de noviembre de 1988 fotografié por primera a The Wedding Present en Arena Auditorium Valencia. Fue un concierto que aún recuerdo, aunque los pelos de mi barba sean blancos ya. Me lo pasé tan bien que después entré a camerinos y les hice unas fotos de posado, tendríais que verlas, se parecen a las fotos de boba que le hice a un conocido cantante valenciano, como es lógico no voy a decir su nombre; lo pasamos de miedo. ¿Por qué este agrado musical con un grupo inglés, cuando por aquel entonces yo solo escuchaba música en castellano? porque me recordaron mucho a The Velvet Undreground y “La Velvet” es para mí la paz del resarcimiento cabal. Así fue como conocí a The Wedding Present.
La conmoción y la ansiedad perturbaban mi raciocinio y mi firmeza en la Pérgola de la Marina, treinta y un años después de haberlos visto por primera vez y el 30º aniversario de su segundo disco “Bizarro”, se habían alineado para que las canciones de desamor de este plástico, me pusieran ansioso por la euforia que fluía de mi cerebro. Estaba a punto de volver a fotografiarlos y escucharlos.
La formación del 88 fue, David Gedge, Shaun Charman, Keith Gregory y Peter Solowka, si ellos me gustaron, la formación actual con dos mujeres, Danelle Wadey a la guitarra y Melanie Howard al bajo, fueron felicidad dinámica, junto a Charly Layton a la batería y el líder (ya que es el único que queda de la primera formación) David Gedge voz y guitarra, la mañana estaba a punto de ser un ardiente núcleo vital.
Canciones viejas como Rotterdam, Go-Go dancer, Nobody’s twisting your arm, nuevas como Don’t ask me o Panama y como no, las del disco “Bizarro” que, igual que hace 30 años, confortado por los armónicos y vertiginosos acordes de Brassneck, Crushed y No, mis entrañas se estremecían, la sesera me indicaba que mi íntegra doctrina musical decía: “lo que estas escuchando no es Indie Rock, sino, Noise Rock”.
Como la soda al salir del sifón sonó Kennedy, una canción exenta de frialdad, llena de pasión, con sonido consistente, ritmo lúcido y espléndido; una obra que mi caliente objetivo captó, sí, la música se puede fotografiar.
Los misteriosos impulsos que se conciben al manifestarse la certidumbre de que lo que estás escuchando y fotografiando, se convierte en Proto Punk. Hacen que mi satisfacción se impulse a través de la esencia de mi alma. Take me! y Be honest fueron como caricias apasionadamente misteriosas.
Ritmos rápidos y salvajes, riffs estrepitosos, guitarras apresuradas y elegantes, el bajo rotulando el ritmo, la batería perturbadora y el público entregado a una bacanal de música sincera y ponderada, así fue otro sábado par la mañana en la Pérgola de la Marina a orillas de mi mediterráneo, y el sábado que viene más.
Texto y fotografías: Iziar Kuriaki.
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