sábado, 19 de agosto de 2017

Loquillo - Cuenca

Loquillo
Plaza de Toros - San Clemente (Cuenca)
19.08.2017

Sin lugar a dudas el Loco está protagonizando la gira de rock más exitosa de este verano. Sus conciertos se cuentan por sold out y se está recorriendo de cabo a rabo la piel de toro.
De los conciertos del Loco mola todo, desde el ambiente que se genera en los aledaños de los recintos pasando por la música que selecciona para amenizar la espera (Dylan, McCartney, Johnny Cash, definitivamente este hombre tiene buen gusto) hasta la salida del recinto pudiendo observar la sonrisa de satisfacción que llevan pintada en la cara la mayoría de los asistentes. 
El Loco es el mejor seleccionador de músicos que hay en este país, se sabe rodear de los mejores. Este hombre sigue teniendo una presencia apabullante en escena, aunque posiblemente su mejor baza es que reparte generosamente la responsabilidad escénica con todos los miembros de la banda y es ahí donde Josu, Mario, Alfonso Alcalá y sobre todo Igor muestran una fuerza extraordinaria. 



Estos más de 30 años de carretera han convertido a este hombre en un barcelonés universal de la estirpe de Mendoza, Montalbán o González Ledesma y lo mejor de todo es que sigue en lo más alto del Olimpo del rock sin necesidad de mirar atrás. En sus conciertos no recurre a los clásicos hasta bien pasado el meridiano de los mismos. 
Sobre las 23:30 la banda se posicionó ordenadamente y mientras sonaban los primeros acordes de “Salud y Rock and Roll” la presencia de Loquillo fue recibida con una sonada ovación. 
“Línea Clara”, “Territorios Libres” o “A Tono Bravo” eran coreados por los asistentes hasta el decaimiento.



Se puede afirmar con un alto nivel de certidumbre que la banda que lo acompaña no tiene parangón en el ámbito nacional. Laurent es un batería conciso como pocos, al igual que Charlie Watts pasa casi desapercibido, pero sin él la banda no sonaría igual. Con Alfonso Alcalá formaron una base rítmica inagotable y contumaz. Raúl Bernal cumplió sobradamente a las teclas.   Josu se sabe todos los truquillos del rock and roll y le da a la banda una sensibilidad inédita hasta su inclusión en la misma. Mario Cobo elegante y preciso es el rock and roll más primigenio. Igor es el espectáculo, este hombre hubiese encajado perfectamente en los Kiss de los ochenta. Su puesta en escena es sensual, seductora y salvaje a partes iguales.



Siguiendo con lo que escuchamos esa velada “El Rompeolas” sonó con una textura diferente, más americana, el pedal Steel de Mario fue el responsable y después de haber escuchado ese tema en miles de ocasiones he de decir que me llevé una grata sorpresa.
Igor utilizo los primeros acordes de “Get It On” de Marc Bolan para iniciar “Carne Para Linda” momento en el cual el Loco baja al foso para saludar a los moradores de las primeras filas mientras un Igor totalmente desbocado recorre el escenario como un poseso.
“La Matare” y el “Ritmo del Garaje” marcaron el final de la primera parte de Show. 



Vuelta a escena para rematar la faena y para dejar claro de que va esto con un “Rock And Roll Actitud” contundente que se nos mostró como toda una declaración de principios. Canciones que coadyuvaron enormemente a normalizar el rock and roll en este país como “Quiero un Camión”, “Hawái” o “Piratas” tuvieron su momento en la parte final del show y Mario Cobo se explayó con una elegancia fuera de lo común.  
“Rock And Roll Star” y “Cadillac Solitario” pusieron a todo el respetable a un paso de la afonía y con ellas dio por finalizado el concierto. 
Mientras sonaba “Heroes” del añorado Bowie la banda y el Loco se fundían en abrazos sabedores de que otra plaza había caído rendida a sus pies.

Texto: General Lee
Fotografías:  Maria José.



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