Siniestro Total + Gatillazo + Reincidentes
Sala Repvblicca - Valencia
El sábado pasado en la sala Repvblicca, tres bandas clásicas del Punk nacional se dieron cita en un festival de los que deberían ser constantes por estas tierras, Siniestro Total, Gatillazo y Reincidentes. Lleno a rebosar. Cuando a la peña se le da lo que quiere siempre responde de puta madre. Fueron Siniestro Total los que abrieron la noche, a pesar de un pequeño percance con el "sobrino" de Rita Barberá ( le tiró un birra a Julian que le caló de lleno), fueron desgranando todos sus éxitos, uno tras otro con gran placer de l@s Punkis que allí nos encontrábamos. La primera vez que los fotografié, por el 88 con Miguel Costas a la guitarra y voz, ya me dejaron muy buen sabor de boca porque me divertí de lo lindo echando fotos.
Veintisiete años después tengo la misma sensación. Siniestro dieron paso a Gatillazo, formación la cual el corazón, como todos sabemos porque lo amamos, lo idolatramos, lo admiramos, lo veneramos en fin, todo es poco para presentar a Evaristo, que para mi es lo mejor que le ha pasado al Punk nacional desde finales de los setenta, no es que lo diga yo sino las mil doscientas persona que en Repvblicca nos dimos cita. Evaristo es para mi la honestidad del Punk, varias veces son las que lo he fotografiado, unas como profesional y todas como fan incondicional, en cada una de ellas he disfrutado con mi cámara dejando esos instantes impresionantes y magistrales que hacen que me emocione cada vez que veo un fotograma en el que él aparece.
Todas las canciones las coreamos de principio a fin, y yo porque mi edad ya no me lo permite pero de buena gana me hubiese tirado al foso a saltar y bailar como lo que somos los Punks, energumenos poseídos por ese diablo que se llama Evaristo. Cerrando el cartel, Reincidentes, banda que fotografiaba por primera vez y que sus letras no dejan cabida a engaños, la banda de Sevilla destripó su recién estrenado disco Awkan, la integridad y desvergüenza fueron las características de sus canciones. Con la felicidad que conlleva una noche de Punk que a mi ya me hacía falta, nos fuimos cada mochuelo a su olivo, llenos y llenas de felicidad por una noche perfecta.
Texto y fotografías: Iziar Kuriaki
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