Des-Kizia2
Sala Boveda - Barcelona
Una primera ojeada al entorno de la Sala Bóveda, ubicada en el barrio barcelonés del Poble Nou, nos transporta a una época donde el trabajador únicamente tenía obligaciones, no derechos. Provocando un sentimiento insoportable de hastío que, en los convulsos años ochenta, un puñado de alaveses decidieron hacer latente comenzando por su nombre, posiblemente, en una apología de hasta dónde había llegado su aguante.
Con una claridad llana y comprensible que, lamentablemente, fue omitida por quién sea que mueve los hilos hasta ésta, la actualidad desquiciada. Por todo ello, un grupo de músicos de inequívoca alta calidad decidieron levantar de nuevo aquel puño que elevó “La Polla Records” y tributar a ellos y a esa gran masa de gente trabajadora formando el grupo “Des-Kizia2”. Su última contribución fue, precisamente, en la Sala Bóveda éste sábado dieciséis de enero ante un público especialmente joven, salteado por más de un testigo de aquellos increíbles directos de “La Polla Records”. Comenzando con un mensaje claro -¡Odio los partidos, fuego a las banderas!-, el primero de los cuarenta y siete temas con los que, sin emular, Pere López Major, vocal; Paco Adell y Mario Ainoza, guitarras; Israel Leida, bajo y David Guiterrez Salom, batería, comenzaron a hacer honor a una de las más grandes bandas del punk.
Despreocupados por lo que pueda ocurrir en Londres y sin querer ni provocar morir como imbéciles, cantaron al sitio donde viven. Nacidos sin carnet en un Salve nuestra alegre juventud de delincuencia, según entiende el congreso de ratones y sin esconder la cabeza como una avestruz. Como estrellas del rock ajenos a la maldición de los monos, porque es política y, ellos, como Lucky Man, no comen mierda, sino que desean un buey, ciervos, corzos y gacelas. Con el alma de Johny, no del gurú, demostrando que lo de demócrata y cristiano es una sociedad a la fuerza con balada inculta.
Porque ellos, son muy punk y trabajan como los siete enanitos o como Txus, sin cáncer y sin herpes, talco y tecnopop, como escorpión de la justicia, poniendo la carne para la picadora como solución a más de un cara de culo. Sin pensar, “No somos nada”, sino con el “¡Y ahora qué!”, acompañados por los mil colegas que siempre apoyaran la huelga general y no porque así es la vida ni porque tú alucinas, sino por la distorsión del todo por la patria emitido por radio crimen. A causa de la envidia cochina de otro militar cegado por la violencia incapaz de disfrutar de una chica Ye-Ye, aquella con la que “La Polla” viviría por toda la eternidad, aunque solo fuese al volver de trabajar. Desahogando una frustración, no ya en el hospital, sino sobre el escenario haciéndolo grande como esa noche lo han hecho tributándoles, “Des-Kizia2”.
Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Ferrán Siuró
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