sábado, 5 de mayo de 2018

Júpiter Lion - Festival Vesos

Júpiter Lion
Festival Vesos - Las Naves (Valencia)

Antonio de Miguel comienza su libro, "Rock Alemán" (Iniciativas Editoriales, colección Vibraciones, 1978) con una entradilla que dice: “La electrónica es el arma de los robots; no la dejéis en manos de mediocres”, y si hay algo que Gonzo (batería), Jose (bajo) y Sais (sintetizadores, voces y programación), no son, es mediocres, los tres forman Júpiter Lion.



La primera vez los fotografié en La Rambleta, la decisión y energía que manaba de ellos daban empuje y vigor al Rock. Están sonando desde 2011 y tienen dos discos, "Jupiter Lion" (Black Mouth en la edición con remixes) y "Brighter".

El Festival Vesos, con una programación de música “indi” puso a Júpiter Lion, la última banda de sábado noche en el auditorio, con buen juicio, pues en lugares geométricamente íntimos es donde el Rock Progresivo se saborea mejor.



Con poderosa energía empezaron, la primera canción "Rebellion", galáctica avenencia física se desprendía en el recinto, así se fueron configurando las canciones. "Doppelganger", fantasmagórica, era como si durante la canción una persona anduviera a mi lado. Un sol extraño, "Past is Today", "Transhuman Step" sonaban en mi cerebro y me recordaban a la música que oía en los 80, Tangerine Dream o Embryo, pero aquí, en Valencia en 2018, con músicos de mi ciudad.


El hecho de que además de mal escribir alguna crónica, haga fotos, me da derecho (vamos, el que yo me tomo) a acercarme un poco más que otras personas al escenario; poder ver de cerca la autoridad artística de Sais y su simetría convulsiva a los botones de su sintetizador sonando en "Capital Devotion" o la vigorosa emoción a la batería de Gonzo en "Krokodil" y excelsa palpitación vital de Jose al bajo con "Your Go Is Human". Ese derecho que me tomo viene dado por el sublime vigor comunal de la banda a la que le doy las gracias por una noche llena de síntesis aditiva y ​​​​​​​​​​sustraída y fragantes extractos de samples.

Decía Michael Karoli que “Se puede y se debe usar la máquina. Está creada por el hombre y tiene alma de hombre, igual que el hombre tiene alma de Dios…”

Texto y fotografías: Iziar Kuriaki

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