domingo, 19 de mayo de 2019

Band of Friends - Razzmatazz 3

Band of Friends
Razzmatazz 3 - Bcn


Existe una excepcionalidad, rayano al dos por ciento de la población, que ostenta sin ambages la mutación del gen receptor de la melanocortina 1, esto es, son pelirrojos. Un reducidísimo grupo humano que, en éste caso sí, les hace ser diferentes. No sólo por la evidencia de su piel y, desde luego, su pelo, sino por su extrema sensibilidad a los analgésicos, su extrema sensibilidad a los cambios de temperatura o su extremo riesgo a sufrir ciertas enfermedades. Esto es, son seres excepcionales que, si bien, es difícil no cruzarse con alguno a lo largo de la vida, son extremadamente enrevesados de encontrar. Casi en un tanto por ciento similar a los genios a lo largo de la historia, éstos, casi como los pelirrojos, se pueden contar en nuestro entorno más cercano con los dedos de una mano y, en ocasiones, nos sobran todos los dedos. De esos pocos, no ya pelirrojo, pues no lo era, pero sí bajo el título de rey pelirrojo, con el que mundialmente se tuvo el placer de coincidir, fue un Rory, autóctono de las tierras de Hibernia, donde quizá nos empiecen a faltar manos para contar pelirrojos pero nos sobren dedos para contar maestros del blues y el rock’n’roll. Un sólo dedo necesitaremos para enumerar a Rory Gallagher, una bestia de esa dividida ínsula de la fertilidad,, a quien nadie quiere dejar de contar con sus dedos y, especialmente, unos colegas, en el sentido más amplio del término en cuanto a compartir profesión y devoción y esa amistad que traspasa tiempo y fronteras. Que, como parte de su gira por ésta maldita tierra de conejos, no tuvieron manos suficientes para contar el público que, de la mano de “R.M. Concert Promotions”, llenaron la Sala Razzmatazz 3 de la siempre Layetana ciudad, el pasado día diecinueve de mayo, para verles mostrar un muchísimo más que “coleguismo” a ese Rory eterno, “Band of Friends”.



Marcel Sherpenzeel, guitarra y voz; Gerry McAvoy, bajo y Brendan O’Neill, batería; conscientes de esa reacia actitud de una buena parte de seguidores del mundo de la música hacia las banda homenaje, realizaron un ejercicio de compañerismo, devoción y, por encima de todo, como le gustaba a Rory, compartir instantes de memorable música, diversión y ralea musical. Iniciando la noche con el tema “The last of the Independents”, mostrando nada más comenzar que, además de ser la elección acertada de Gerry para acercarse al magistral Rory, Marcel no es una extensión de su guitarra sino que, él mismo, es parte de esas locuaces seis cuerdas. Haciéndolas hablar casi, como su eterno maestro, ante la emoción de un público que, si estaba presente, ya rendido, cayó subyugado ante él deseando, sin desear que acabase el tema, que finalizara el tema para darle la primera ovación cerrada.



 La iniciática aclamación que, como no esperaba menos Gerry, animador incansable sobre el escenario interactuando con el público, además de una bestia parda con las cuatro cuerdas, se convirtió en leitmotiv de la noche ante la sorprendente magistralidad de Marcel. Que, desde luego, sin hacer olvidar o superar al maestro Rory, consiguió, no sólo él, evidentemente sino también Gerry y, desde luego, el muchísimo más inspirado que un metrónomo a las baquetas, Brendan, retrotraer al respetable a cualquiera de los muchos conciertos de Gallagher. “Shin Kicker”, “Do you Read Me”, “Public Enemy Nº1” o la emblemática y compleja “A Million Miles Away”, con la envidiable técnica de "Clawhammer Picking", con la que ya desbancó por completo al respetable y el concierto se convirtió en un baño de sudor, frenesí y fiesta que se ensalzó con “Tatto’d lady”, “Bought and Sold”, "Bad Penny” o “Shadow Play”.



 Con las que, siempre se le echará de menos, consiguieron durante casi dos horas hacer disfrutar a un público ávido de más “Band of Friends”, cerveza, blues, rock and roll y un que no acabase la noche. Sin embargo, con una versión de la versión del tema de “William Hams”, “Bullfrog Blues”, haciendo casi una analogía entre dejar de pensar en la puñetera rana toro y su insoportable croar y el fin del concierto. Los colegas de Rory, “Band of Friends”, se entregaron exprimiendo hasta la última de sus fuerzas y expirando hasta la última gota de sudor con los postreros punteos y rasgados, golpes a las cuatro cuerdas y vuelo de unas baquetas que asemejaban no ser ellas las que extraían la arritmia del ritmo. Extenuando a un respetable que, aunque deseaba que el Power Trío no acabase nunca, ya casi no se aguantaba ni los pedos de la brutal entrega de carácter, jaez y respeto al maestro Rory que habían recibido.



 Convirtiéndose casi, los colegas de Gallagher, en otra de esas excepcionalidades contadas con los dedos de una mano que, esa noche, invitados por “R.M. Concert Promotions” en “Razzmatazz 3”, consiguieron que resulte casi imposible reunir las manos necesarias para plasmar los incontables adjetivos que describan su inenarrable actuación, la de “Band of Friends”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Antonio Rodriguez García



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