viernes, 17 de mayo de 2019

Women Play The Beatles - 16 Toneladas

Women Play The Beatles
Concierto Feminista Tributo a The Beatles
16 Toneladas - Valencia
17.05.2019


Hay momentos en el que el tiempo se detiene de pronto, para dejar paso a la eternidad” Dostoyevski.

En el instante que la obra admite un carácter material y se pone al servicio de un fin que no sea la creación por sí misma, encuentra su tinte de belleza para adquirir un aire humilde que encaja perfectamente con la norma estética que tiene la obra. Women Play Beatles es un obra diseñada, ejecutada, producida, cantada y tocada exclusivamente por mujeres. Treinta y dos mujeres que con pasos y gestos de conquistadoras pisan el escenario con la ambición de que los sueños cobran vida real. No son mujeres formales, no son mujeres serias, son músicas responsables y alegres, ajustadas a la perfección como mecanismo admirable de los complicados engranajes de la música.



Mireia, May, Aisha, Lizzy Lee, Lore Chu, Irene, Paloma, Silvia, Vanesa, Cris, Iosune, María, Helena, Ana, Sandra, Leonor, Carmela, Ana, Nuria, Isa, Aline, Natha Lee, Lia, Amparo, Andrea, Myriam, Olaya, Carmen, Helena, Paula y Patricia son las mujeres que se han solidarizado con FemiRockers, mujeres que reivindican espacios libres de agresiones machistas, Tremenda Fem Fest de Castelló, un proyecto de mujeres para potenciar los espacios de fiesta feministas y anticomerciales y AMCE, Asociación de Mujeres Creadoras de Música de España. La mitad del dinero lo destinaran a estos ateneos y agrupaciones para que puedan hacer su trabajo con un poco de menos de presión económica.


Irene Gómez es la maestra de ceremonia, la mujer que ha hecho que el sueño se convierta en realidad. Desde los seis años haciendo música, saxo, piano corista y cantante. Ella es la médula que reúne a las treinta y dos músicas, ellas son la droga que penetró en nosotras sensiblemente con los primeros acordes de Sgt. Pepper's Lonely, para empezar ¡madre mía! Quedaban veintitrés canciones más y veinticinco músicas por subir al escenario. A mi sobresaltado corazón las notas de Back in the USSR, Ticket to ride y Can’t buy me love le sonaban tan familiares que cuando quise cubrir los sonidos ambientales de la sala pude hacer caso omiso de ellos.



Este concierto lo he estado viviendo casi a diario durante los dos meses que han tenido de ensayos, mi hija Iosune es una de las guitarristas de esta hermandad, al verla tan emocionada y entusiasmada con el concierto, tenía la sensación de que todas ellas sentían lo mismo, me lo contagiaron de tal forma que me odiaré toda mi vida por no haber estado atento a las clases de guitarra que a los diez años me daba Doña Josefina.



Me vuelvo mudo para toda respuesta que no sea la expresión de los mejores sentimientos, Don’t let me down, Revolution, Somethig y Come Together, como me las sabía y animado por esta fe que tengo en mi mismo a la hora de cantar y que nadie me oía, las coreé con incomparable elegancia.

Aquel aroma musical me estremecía y envolvía mi cerebro en una humareda embriagadora porque Help, A hard day’s nigth, Drive my car y Oh Darling, eran experiencias que se proyectaban en mi mente en forma de recuerdo.



Con modo acústico nos presentaron Michelle y Yasterday, pasión, emoción y melancólica alegría, los cuatro escarabajos pensarían que estas dos canciones expresaban todo lo que su alma experimentaba.

Bajo el ruido de fondo de la sala, los siguientes acordes de la orquesta, retardaban mi deseo de escuchar la siguiente melodía ¿quién no tiene una canción preferida de The Beatles? La mía es Let it be, sentí que la emoción me subía a la garganta y se convertía en un llanto que no pude ni quise reprimir, moqueando y con los ojos enrojecidos presagiaba los estremecimientos nerviosos que conmovían todo mi cuerpo; solo se me pasó cuando empezaron con With a Little help y siguieron, Get back, Yer blues, Helter Skelter y Hey Jude.



Este concierto está organizado enteramente por mujeres y a una mujer le pidieron que hiciese las fotografías, a Irene Bernad. Irene siente el cosquilleo del riesgo en la yema del dedo, es una reportera que refleja hechos reales para destripar las activas conclusiones de una crónica. Es con diferencia una de las mejores personas que hacen fotoperiodismo musical en este país.

Par acabar hicieron un popurrí con Golden slumbers, Carry hat weight y The end. Los rostros de la muchedumbre quedaron sumidos en una atmósfera de tonalidad triste, como envuelto en un velo de seda de color indefinido, pero esas trescientas personas corearon ¡otra! ¡otra! ¡otra!  

Y llego la fiesta con Twist and shout, teníamos sed de pasión, subieron todas al escenario, tocaron sus instrumentos con esmero y pulcritud, las voces fueron flexibles, cálidas y penetrantes, todas tenían expresión poderosa y avasalladora, con un final como ese, la paz llegó a mi ser.



Voy a arriesgarme y diré que en todo el mundo mundial ha sido el único concierto tributo a The Beatles que han hecho 32 mujeres músicas.

Este concierto ha sido una reivindicación de derechos e igualdad para las mujeres músicas de este país, aunque desde mi punto de vista importante tanto como hacer conciertos, es la educación, es obligación de toda persona educar en libertad, igualdad y respeto.

Por cierto, estas treinta y dos mujeres pusieron el cartel de “No quedan entradas” dos días antes de la gala, ahí lo dejo.

 Texto y fotografías: Iziar Kuriaki.

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