Deskartats
Festa Major de Sant Boi 2019
Cuando el Ska es el lenguaje común.
Resulta difícil entender como una banda como Deskartats formada por once músicos pueden actuar en locales como La Masia de Sant Boi con un escenario más bien diseñado para el clásico grupo de cuatro, pero el concierto de ayer era otra cosa, fiesta mayor de la ciudad y pagado por el ayuntamiento, eso supone una garantía en cuanto a infraestructura.
Una carpa inmensa albergaba un escenario con un sonido y luces que pocas veces se pueden ver. Ahí es donde un grupo como Deskartats se siente cómodo con el espacio suficiente para realizar su show sin apretujones entre ellos mismos.
Aunque en un principio parte del público andaba un poco perdido debido a que no muy lejos de allí tocaba también Rosario. Una vez solucionado el despiste de a quien voy a ver, resulta que Deskartats tienen una gran cantidad de seguidores que esperaban con ganas el inicio de la fiesta.
Y la fiesta empezó de la mejor manera posible, siempre con unas bases Skataliticas fueron desgranando un repertorio que tenían más que ensayado.
Una mezcla de temas propios con alguna versión como “Jamaica Ska” o “Manolo Rastaman” de los Kortatu consiguió que el público allí presente disfrutara con esos ritmos con un impecable sabor caribeño.
Miquel el cantante me recordó un poco a “John Belushi” de los “Blues Brothers” ataviado con su traje negro, sombrero y gafas de sol estuvo todo el concierto moviéndose de arriba a abajo en ese inmenso escenario que se le debía hacer interminable.
Mónica, la voz femenina se desenvolvía con total naturalidad, con mucho estilo en sus movimientos y una voz que entra perfecta en el estilo de la banda.
Sección completa de metales, saxo (Noe), trompeta (Francesc) y trombón (Pedro), dos guitarras (Txus y Sebas), (Marc) a la batería, llevando de una forma correctísima el ritmo, (Carri) a los teclados, (Ruper) al bajo y (Mario) a la percusión.
Siguieron sonando temas como (Días de lluvia, Xapats a L´antiga, Trump, Indignats, Sucio, Ska Roll y alguna canción nueva que presentaron.
Pequeña interrupción debido a que una cerveza quiso entablar amistad con los cables del teclista y que obligo a parar diez minutillos hasta que los técnicos lo solucionaron, pero ahí estaba Miquel con su saber estar y entretener al personal, cosa que es de agradecer en situaciones como estas.
Hora y media de concierto nos dejo a todos satisfechos y con ganas de más Skas, pero los horarios siempre mandan.
Sin duda nos encontramos ante una banda de futuro prometedor y desde La Hormigonera les deseamos lo mejor.
Que nunca te falte un Ska para bailar.
Texto: Miguel Alférez
Fotografías: Manuel Alférez
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