sábado, 22 de octubre de 2016

El Legado + Playa Ängel - Rocksound

El Legado + Playa Ängel
Sala Rocksound - Bcn


La aceptación de uno mismo pasa por entender la complejidad de la sencillez vital, esto es, cada uno es cada quién, ni mejor ni peor, simplemente es. Y, ese ser, tan difícil de aceptar, crea guerreros cuyas batallas son el día a día, largas jornadas de veinticuatro horas enfrentados a sí mismos y a un entorno que, no hay duda, siempre deja huella. A veces indeleble, cual modificación permanente del color de la piel, creando estigmas que recuerdan derrotas y victorias. Bocetos marcados con hierro incandescente mostrados al mundo con el desparpajo de aquellos guerreros, los almogávares, temidos en toda Europa y en cuyo honor brindaron una de las arterias de la siempre layetana ciudad. Donde, en el número ciento dieciocho se aposentó una de las salas de música en directo más aguerridas de la urbe, “Rocksound” y que, el pasado veintiuno de octubre celebró los treinta años de “El Legado”, junto a “Playa Ángel”, en perfecto contubernio con aquellos legendarios guerreros. Iniciaron el asedio y la celebración los procedentes de ese cruce de caminos tarraconense, Playa Ángel.





Mario Silvestre, guitarra; Jesús Loren, voz y bajo; José Silvestre, guitarra; y Narcís Beltran, batería. “Playa Ángel, rompieron el fuego con “1975”, más rockera que el resto de punk rock’n’roll, como “Sangre joven” donde las guitarras de Mario y José, se disparan para seguir con “Camaradas” una clara definición del grupo, “Secretos Tatuados”, “Dulce Sabor”, “Sayonara”, “Living in the city”, “Frío” y “Ciudad de Dios”. Con la presencia impositiva del bajo de Jesús, cuando no está cantando y, desde luego, por entre los constantes rasgados la cadencia de Narcís con las baquetas, lanzándose a un “La noche es nuestra”, “Verano eléctrico”, “Demonios del mar”, “Hibrid Moments”, su homenaje a Bowie y a Parálisis Permanente interpretando la versión de éstos en castellano de “Héroes” para acabar con una historia de amor como es “Sangri·la”. “Playa ángel” unos jóvenes guerreros a punto de convertirse en diestros espadachines que hicieron de zapadores para los incombustibles y bregados en mil batallas, “El Legado”. 



Treinta años de éstos ceretanos sobre ese terreno entablado que, lejos de acabar con ellos, les ha hecho más dúctiles sin perder la ferocidad de su talante, de aquellos keretanis que habitaban el lugar antes de la llegada de los romanos. Con esa perenne sombra de los dólmenes, comenzaron su eterna sublevación con el tema “Tu verdad” que provocó, de ipso facto, la ubicación del respetable gracias a ese particular Metal-Punk. Rock combativo que nace del rasgado de la guitarra de Quique, cual espada lanzando estocadas, barridos y tajos, acompañado por las punzadas del mandoble que asemeja el bajo de Ricard, similares a los golpes de baqueta, cual nunchakus del ritmo, de “K the King”. Marcando una cadencia, no rota, sino aunada con la potente y autoritaria voz de Julen, cual grito de guerra en pos de un único enemigo, uno mismo.



 “Asco y pena”, “Zippo y gasolina”, “tan cerca, tan lejos”, “Pisa fuerte” y “Chasis rígido y por comarcales”. Mostrando que las tres décadas, aún les ha vuelto más rabiosos y combativos, alzando su particular “Bandera Negra” antes del unánime, “Les venciste” y, desde luego, siempre “Con ánimo de ofender”. En esa “Sucia canción de amor” que mantienen con la vida que no les impide arder, “Burning for you”, convertirse en puro fuego y quemar “Calabozo 7359” aumentando la velocidad del “Sonic Reducer” de los Dead Boys. Como colofón a una gran batalla mantenida sobre el escenario y contra una realidad, la de todos, que les llevará, a “El Legado”, treinta años más sobre los escenarios. Tablas capaces de aguantar sus beligerancias como la de esa noche, la de “Rocksound”, a la altura del nombre con el que rinden honor a aquellos temidos combatientes en la asfaltada arteria donde se encuentra y que, al igual que el público, no podrá borrar la huella del paso de contendientes como “El Legado” y “Playa ángel”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez

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