Teratoma + Madera + Dullboozer
Sala Breakout (Sabadell)
La oscuridad se cernió sobre la pequeña Manchester del río Ripoll, rota por los brillos arrancados al negro de unas tribus marcando un paso acelerado bajo la pobre luz de las farolas. Las que apenas iluminaban los distintos senderos que aproximaban al averno, la “Death Metal Night”, abierto en el número cuarenta y ocho de la plaza Laietana, “Sala “Breakout”, un cúmulo de oscuridad formada en su base por los acólitos y en su parte superior, creando la cúpula, por tres capas germinales. Una aparente pesadilla monstruosa empecinada en henchir la evasión hasta hacer estallar el lugar en una explosión de huida a base de velocidad, agresividad y muerte de la realidad. Una existencia absorbida por dos barreras sónicas y vertiginosas de cuerdas y pedales apoyadas en graves reverberaciones vocales engendradas por “Teratoma”, “Madera” y “Dullboozer”. Éstos últimos, los primeros en quedar suspendidos sobre la originaria sima de oscuridad.
Serra, guitarra; Morc, voz y bajo; Axel, guitarra rítmica; y Pepo, batería; siguiendo el sonido de las pezuñas de “Baphomet”, nuevo tema de su próximo trabajo, impusieron un “Blackening” (Nightmare) que provocó la exaltación de todos los acólitos allí reunidos. Poseídos por los acelerados ritmos de “Dullboozer”, intentaron seguir los pasos de “Wolf”, “Dressed to kill”, “Cursed by Sorrow”, “Ragnarok” y “Blinded by fear” de ‘At the gates’, cegados con el muro inflexible creado por Pepo con sus baquetas y el contramuro de las cuerdas de Serra, Axel y Morc. Este último, coligando ambos muros con la gravedad de sus ‘growls’ para aunar la voluntad de un respetable ansiado de “Embrace the Darkness” bajo la mirada de “Lord of Heaven, Lord of Sin”. Un público para nada “Butchered”, eufórico con la distorsión y la rápida percusión “Under black skies we battle” de unos futuros amos del Death Metal, “Dullboozer”. Que, aún con las brisas macabras de sus cuerdas y baquetas moviendo cual huracán las largas cabelleras del público, dejaron el escenario, la originaria sima de oscuridad, a “Madera”.
Ishmael: voz; Toni, guitarra; Jaime, bajo; Mario, batería; y Robert, guitarra y coros; como los anteriores, originarios de esa ciudad layetana donde la “Amnesia” provoca que el “Cazador de almas” se deje llevar por el “Escalofrío” en un “Eclipse total” guiada por la grave voz de Ishmael. Parapetado por los sólidos paredones de las rapidísimas cuerdas de Toni, Jaime y Robert, y las casi invisibles baquetas de Mario. Transportando al público a su hogar, a “La Morgue”, donde “Nunca más verás el sol” y únicamente escucharan “La voz de su cabeza” o la de “El elegido”, vertiendo palabras cual si fuese “Green poison”, el maná del “Guerrero”. Porque así fue, “Madera” se convirtió en guerrero cuyas huestes, un público poseído, estuvo a punto de seguir su vuelta al interior de la tenebrosa sima, sin embargo, se abstuvo ante la presencia del ‘Brutal Death Metal’ de “Teratoma”.
Los también layetanos Tito, voz; Juanma, guitarra; Joxe, bajo; Juanjo, guitarra; y Sergi, batería; tomaron esa originaria fosa de negrura expulsando cual quiste el fluido de su interior con la Intro de “Zombies”. Rociando su tumor con “The teratogenous reborn” en un vasto “Suffering” que ensalza los ánimos de un público arrobado por la “Sinister Situation” como adeptos de “The Hidden Church” que les lleva a que “Teratoma”, grite con descaro “I will feed you” y lleve a cabo su propia “Coronation”. Al son de la imponente voz del aguerrido y curtido en mil batallas Tito, esgrimiendo el micro al son de su cabellera arriba y abajo cuando sigue el imparable sonido de las guitarras de Juanma y Juanjo. Capaces, al margen de los punteos, de crear un contencioso paramento apoyados en las cuatro cuerdas del nuevo tumor, Joxe, cuyas ramificaciones unen guitarras y batería, las baquetas de Sergi, más que voladoras apenas visibles, como retaguardia sólida en una banda cuyo “Visceral hate”y “Decrepit carnaje”, sigue las pautas de una “Venial Conspiracy” y “To the gory end”. Un final donde, al público, sus acólitos, les es imposible acumular en la memoria los impresionantes temas que acaban de escuchar y abandonar sin más el local. Aún con sus cuerpos y mentes inquietas por la avalancha atronadoramente armónica de "Teratoma”, reticentes y a la espera de un posible nuevo tema que, no el grupo, como las bandas anteriores, poseído por la nigromancia de sus letras, sino el local, Sala Breakout, sometida a los horarios, impide una posible improvisación de temas no contemplados en el repertorio. No obstante, aún en la vorágine del vórtice oscuro en que se ha convertido el escenario, público y bandas vuelven a sus respectivos túmulos, llevando consigo una porción de oscuridad. Parte de ese estallido de aparente monstruosa pesadilla creada por la ‘Death Metal Night’ en la avezada e infernal “Sala Breakout” espolvoreada con el azufre de tres bandas sobrenaturales, “Teratoma”, “Madera” y “Dullboozer”.
Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: (Dullboozer) Sole Calvo - (Madera y Teratoma) Anónimo
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