Clara Plath + Los 4 Señores
Sala Continental - Bcn
Viviendo, o sufriendo, el nuevo y actual mundo de la comunicación donde es posible descubrir que, en un punto muy alejado del receptor, un gato, sencillamente, actúa como el felino que es, sorprende que el alcance mediático sea considerablemente menor que hace veinte o treinta años. Especialmente, en el mundo de la música cuando, sin caer en la nostalgia, había cuatro programas musicales y, en ellos, podías descubrir bandas cuyo presupuesto, jamás, les permitiría ir más allá de su barrio. Una distancia que, en la actualidad, no debería suponer un dilema y que, no obstante, se ha convertido, quizá, en un obstáculo mayor pues, no hay duda, la enorme cantidad de oferta musical a la que es posible tener acceso con un simple movimiento del cursor sobre la pantalla queda, casi exclusivamente, centrada en las bandas consolidadas, la mayoría con más de veinte años de entablado. El resto, siguiendo con el periplo obligado y, desde luego, ansiado, intentan mostrar su trabajo, de nuevo como es lógico, a través de esas pequeñas salas preparadas para dar oportunidad y asentamiento desde las que aspirar a una mayor difusión y reconocimiento de una labor que, casi en el noventa y nueve por ciento de las ocasiones, poco tiene que envidiar a la de las tradicionales. Pero, como éstas, se llevan la atención de un público acomodado e indolente que, quizá, ha perdido aquella necesidad de descubrir y disfrutar de esos inmortales ambientes nocturnos de la música en directo, dilapidan ocasiones de deleitarse con la autenticidad y talento de músicos que, aun alojados en ese canal incierto de la red global, parecen no tener lugar en el panorama musical. Afortunadamente, lejos de esa mayoría incierta y olvidadiza, centrada en el visionado de leones marinos atacando a niñas o de ancestrales y eternos grupos reventando escenarios, existe una gran minoría que, desde luego, lejos de demonizar la calidad, sea eterna o reciente, en ocasiones colma las salas para descubrir, re-descubrir y, sobre todo disfrutar de la buena música. Como ocurrió el pasado día trece de mayo cuando una considerable cantidad de público disfrutó de dos grandes y bien distintas bandas, “Clara Plath” y “Los 4 Señores”, en la Sala Continental de Gracia, de la siempre Layetana ciudad.
Mientras el respetable se iba arremolinando frente al entablado copa o cerveza en mano, Dani Prenafeta, guitarra; Andrés Verdú, batería; Joan Llovera, bajo; y Manolo Crespo, voz, o lo que es igual, “Los 4 Señores”, se fueron acomodando tras sus respectivos instrumentos para iniciar los nueve temas de su último trabajo y dos del que está a punto de ver la luz, personalizando una mezcla de rock de garaje y rhythm & Blues, con toques de punk que, desde un primer momento atrapó al público. Con Manolo derrochando una rabia y energía irremediablemente contagiosa, como la guitarra de Dani que, sin distanciarse, parecía escaparse con sus constantes rasgados o la base rítmica, con esas cuatro cuerdas de Joan subyugadamente independientes al igual que las baquetas de Andrés, imprimiendo ena amalgama de “Brighton 64”, “Wom!”, “Killwatt”, “Kamembert”, “A2” o “Killwatt”, creando un sonido propio y rabiosamente actual, el de “Los 4 Señores”.
Provocando al público a practicar el malabarismo con sus copas mientras intentaban no perder el ritmo con sus alocados cuerpos al son de temas como el versionado “Do the dog” de Rufus Thomas, o su adaptación de “I take what i want” de “Sam & Dave, o los propios, “Susi” y “Turno de noche”, hasta ese último tema, “Perderás mi amor” versión de "Hurt be love" de Chris Speeding. Con ese ritmo devastador y esa actitud extraída de sus siempre jóvenes entrañas derrumbaron a un público hambriento de buena música, de talento, como queda explícito en cada tema adaptado al idioma quijotesco, y desde luego, de garra y vehemencia al más puro estilo rock de garaje y rhythm & Blues, con toques de punk, extremadamente particular de éstos,“Los 4 Señores”.
Tras ellos, y con la sala muy caldeada, a pesar de que la mayoría del público abandonó la sala para respirar aire fresco y, cómo no, muchos exhalar nicotina, ascendieron al entablado la banda procedente de aquellas tierras plagadas de murtas, “Clara Plath”. Roberto López, guitarra, teclados y coros; Paco Morán, guitarra; Miguel Ángel, bajo; Alberto Dannaya, batería; y Clara Plath, voz y guitarra, con su nuevo trabajo bajo el brazo, “Yes, I’m special”, desde un principio, y no hay duda, constataron que, realmente, son especiales.
“This lonely boy”, el primero de los once temas que tenían preparados, envolvió al respetable, oreado y humeado copa en mano, preparado para disfrutar de un rock-pop denominado por la crítica como exquisito, artesano y maravilloso. Y, en realidad, fue mucho más allá, melodías a veces pausadas, otras tremendamente enérgicas y, por encima de todo, la apasionada, rockera o suave voz de Clara, llevaron a los presentes a un pequeño limbo musical. A un oasis repleto de personalidad de la mano de “Over me”, “I Believe”, “Inside you” o “Fuck my car”, abstraídos por las mágicas seis cuerdas de Roberto, por momentos, completamente tomado por la media docena de alambres, suplidos por las blanquinegras teclas franqueando el terreno a Paco, igualmente absorbido por ese tacto metálico de su guitarra.
Flanqueados por una base rítmica, capaz de personalizar y primordiar el grave sonido del bajo de Miguel Ángel o las volátiles baquetas de Alberto. “Disasterman”, “Dancing song”, “Beautiful eyes”, “American do” y el tema que da nombre a ese nuevo trabajo, “Yes, I’m special”, antes de acabar con “Accident”, con el que provocaron un obligado shock al respetable, forzado a volver a la realidad, a abandonar ese palmeral al que le habían transportado. Casi porteados por la magia de las notas, de la potente voz, de una banda, “Clara Plath”, cuya autenticidad rivaliza con su excelsa calidad. Ralea que la Sala Continental de Gracia, está acostumbrada a albergar, brindando noches para una minoría de esa gran minoría capacitada y deseosa de música con carácter y pedigrí como la que ofrecieron, “Clara Plath” y “Los 4 Señores”.
Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez
No hay comentarios:
Publicar un comentario