Christina Rosenvinge
La Rambleta - Valencia
22.09.2017
En 1987 la fotografié por primera vez, entonces eran Alex y Christina, han pasado treinta años y cuando la vi en la prueba de sonido pensaba que era cualquier componente de las bandas de esa noche, no me di cuenta de que era ella hasta que el técnico de sonido dijo: “Ahora tú, Christina”, dos Christinas parecidas a la Rosenvinge no podían ser, era ella, estoy seguro que había pactado con Mefistófeles su juventud para tener conocimiento musical ilimitado.
She’s The Fest es un festival de música y creación artística que potencia y divulga el talento femenino, estaba claro que Christina debía estar en él.
¿Por qué se empieza haciendo Punk y se llega al Pop? Nunca lo entenderé. Ella y los Neumáticos fue la primera banda de Christina, hacían Punk, desde entonces más de 18 discos avalan su carrera, conjurada en visiones de éxtasis y destellos de inteligencia.
Todos sus álbumes se caracterizan por el reflejo de una realidad con deliberada ingenuidad llena de poesía. De todos ellos me quedo con Que me parta un rayo, el más feminista y liberador; para mi pesar, solo canto una canción del citado, 1000 pedazos. Mi preferida de este álbum es Pulgas en el corazón, la pinchaba hasta hartarme.
Su último disco, "Lo nuestro", son esplendidas notas de entusiasmadas candencias y finos tonos, lo oímos en sus cuatro canciones más balsámicas para el espíritu, "Lo que te faltaba", "La muy puta", "La tejedora" y "Alguien tendrá la culpa"; agradables reminiscencias poperas de seductores claroscuros.
La joven Dolores, dijo David Moran en Rockdelux sobre este disco, “Christina Rosenvinge da un decidido paso hacia la canción de autor femenina”, no puedo por menos que estar de acuerdo con él. "Jorge y yo", "Tu sombra" y "Mi vida bajo el agua", fueron las tres composiciones de este álbum, las desgranó con candorosa visión de un corazón apresado por absorbentes fragancias homogéneas, entregadas a un público poderoso y enérgico.
“Fui yo la apuñalada o yo clavé el puñal, ya es mañana que más da”, "Anoche", “tal vez no debí dejar que jugaras con mi falda qué difícil es guardar la distancia adecuada”, "La distancia adecuada", estas dos canciones estaban también en el listado que canto y pertenecen al disco "Tu labio superior"; la atmósfera de estos dos temas iban en concordia con las luces y los sonidos que provocaban un estado psíquico en el cual el alma se sutiliza y sensibiliza, ¡Tremendas!
De uno de sus discos en directo, sonaron esa misteriosa noche "La flor" y "Niña animal", efervescentes y burbujeando las notas en el aire, las doce canciones que tenía el concierto llegaron a su fin.
He tardado en volver a ver y escuchar a esta mujer músico, pero a Lou Reed pongo por testigo que jamás volverá a pasar tanto tiempo.
Texto y fotografías: Iziar Kuriaki
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