Nudozurdo
La Marina de Valencia
“Luz incandescente que no sabe perdonar,
dime con que palabras me tienen que hechizar.
Sé que no me puedes arrastrar,
pero no sabes de lo que soy capaz.”
La Marina es un sitio que está entre la playa de Las Arenas y el puerto, en sus jardines se oyeron los primeros compases de la canción con la que he empezado esta crónica, El diablo fue bueno conmigo, como un viraje en sepia es el camino para salir del infierno a la luz del día, así me imaginaba yo un concierto de Nudozurdo y en realidad no me equivoqué.
Dieciséis años de trayectoria y siete discos avalan a esta banda de Madrid que con su Rock alternativo y habiendo pasado por varias formaciones hasta llegar a esta: Leo, voz y guitarra, “Meta” bajo & Ricky batería, hicieron de mí su más devoto adorador de todo corazón.
Entre acólitoxs, miradas de admiración, los ojos de todos los que allí estábamos eran espejos de satisfacción, y la luz de la tarde que daba esencia a la vida, oímos "Bondage Belcanto", nuestra responsabilidad iba en función de nuestros méritos personales.
"El Hijo de Dios" y "Estás tan perdida" siguieron dando el triunfo de ingeniosidad que estábamos esperando.
“Ha sido tan divertido habernos encontrado”, la letra de "Ha sido tan divertido" hizo que el encuentro entre la banda y yo fuese delicioso y solemne. Eran cinco canciones ya, y ninguna palabra que no estuviera metida en ellas.
Cada canción nos estaba mandando señales que no queríamos cancelar ni controlar, así pues, "Mil espejos" y "Úrsula, hay nieve en casa", con estas dos canciones, llegaba el ombligo del concierto, la luz del sol iba cayendo y esta unión era suavizada por el crepúsculo con sombras que reflejaba en los rostros de la gente argumentos para seguir atentos a las siguientes melodías.
"Voyeur Amateur" es la canción que da título al último disco de la banda, la peña tatarea la canción y se van viendo compulsiones en forma de baile, ninguna palabra que no esté metida en las canciones.
“Sube mi amor, no hay nadie dentro, sube mi amor a mi cerebro” "Dosis modernas", con esta, las visiones de delirio me dan escalofríos de júbilo en todas las hebras de mi organismo y sigo fotografiando, sigo echándole un pulso a la luz; en todos los años que llevo como fotógrafo me ha vencido muchas veces, pero ya estoy mayor y experimentado, no va a poder conmigo.
“¿Estáis bien?”, son las dos únicas palabras que dirá Leo en todo el concierto y no echo de menos para nada, el que te expliquen las canciones o te estén preguntando al finalizar cada canción “¿Cómo lo lleváis?”, o que te digan, “acercaros que estáis muy lejos”, o que te den consejos sobre cómo puedes ligar sin salir de casa, no, no lo echo de menos.
"Jaula de oro", "Dentro de él" y "La ruta de los Valcanes" serán las tres últimas canciones que Nudozurdo tocarían esa tarde, la luz anémica está dando sus últimos coletazos y he podido con ella, así como la luz me ha unido más a mi cámara, Nudozurdo me ha unido más a la música en directo, como siempre digo: bálsamo para mi espíritu.
Pero Nudozurdo no se irán de mi vida para no volver, porque el día 25 de noviembre de este año, o sea, en mes y poco, estarán en el concierto solidario que organiza Amnistía Internacional Valencia en la sala Jerusalén, junto a En Jake y Mantequilla Voladora, contra la violencia de género, esperemos que este sea el último 25 de noviembre que se tenga que hacer este concierto.
Gracias anticipadas a estas tres bandas que desinteresadamente ponen sus corazones, su talento, sus voces e instrumentos y su alegría para ayudar a las víctimas de la puta violencia machista, muchas gracias.
Texto y fotografías: Iziar Kuriaki
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