Lipstick + Lowdrive + Slavedown
Sala Rocksound Bcn
Tres bandas que viven por y para el rock and roll, dentro, fuera del escenario, en los ensayos y en su forma de afrontar la vida. Ese es el motivo por el cual cuando nos citan para vivir una noche de puro y genuino rock no se les puede fallar. Que luego no se diga que el rock esta ya de capa caída. Mientras queden bandas como estas aun quedara un vestigio de esperanza. Con una entrada más que aceptable nos dispusimos a disfrutar de una cálida velada de rock and roll.
Abrieron fuego los siempre entrañables Lipstick. Siempre que asisto a uno de sus conciertos salgo preguntándome ¿Cómo lo hacen? Posiblemente la respuesta este en la cohesión de la que hacen gala. Una banda gran reserva que lleva más de 30 años reposando amistad y pasión en barrica de roble, como los mejores caldos. Es un auténtico milagro que una banda como esta saliese de aquel extrarradio barcelonés anterior a la fumigación que supuso el maquillaje olímpico. Muy poquitas bandas cuentan en su discografía con una obra maestra como A King Of Self Destruction. La banda cuenta con una legión de acólitos que procuran no perderse ni uno de sus movimientos. Dave, Sugar, Frank y David generan una química que los hace únicos por estos lares y verlos desplegar ese hard rock con reminiscencias nórdicas es un auténtico subidón. Estos tipos son muy grandes y si todavía no has asistido a uno de sus conciertos te estás perdiendo una banda que de haber surgido en Detroit hoy estaría tocando en todos los festivales.
Tocar tras Lipstick no es un tema baladí. Después de ese ejercicio de glamour y autenticidad el listón queda en lo más alto. He de reconocer que Lowdrive estuvieron a la altura. Sin duda la sorpresa de la noche. Una banda de rock potente que se acerca mucho al Stoner mas endiablado. Con Andy Sawford a las voces que exhibe un porte con el que bien podría protagonizar una secuela de Sons Of Anarchy. Capitaneados por el ex Warrior Soul John Hogson, un compositor exquisito y una autentica maquina generadora de riffs. Aprovecharon sus 50 minutos y su paso por la ciudad condal no dejo indiferente a ninguno de los asistentes. Temas tan pulidos como “Roller”,”Endless Rain” o “Puppets” irradiaron una contundencia con la que convencieron. Espero que no sea la última vez que se dejan caer por aquí y podamos disfrutar de la evolución de la banda.
Cerraban este auténtico festival de sonoridades contundentes los gerundenses Slavedown. Desde el primer tema hasta la última nota exudaron talento, actitud y glamour por los cuatro costados. Sin duda uno de los secretos mejor guardados de nuestra geografía. Un sonido muy cercano a los Sabbath de Ozzy y una gran capacidad compositiva el combo puso patas arriba la rocksound. Marc es un vocalista sublime y despliega una fuerza que es totalmente proporcional a la presencia escénica de dos colosos como son Gere y Runo. Si además en tus filas tienes a un tipo que aporrea los tambores con la precisión con la que lo hace Big Villano ya tienes más de media ecuación resuelta. Cada vez más rodados sus conciertos son apabullantes. Una de esas bandas que demuestran que la mesura a veces esconde dagas más precisas que el exhibicionismo inocuo. Ellos no precisan de purpurina para destacar y crear un caldo de cultivo en el que el perceptor va siendo ensimismado poco a poco. Agitados y lánguidos a un tiempo pusieron sobre la palestra los temas de su primer lanzamiento y obsequiándonos con las composiciones que tienen ahora mismo en el horno. Hasta cinco nuevas composiciones sonaron esa noche destacando entre ellas “Poison” y “Not Fall Back Again”.
Tres grandes bandas que nos regalaron una amalgama de sonoridades de esas que convierten las noches de viernes vulgares en esas noches de viernes que quedan tatuadas en la memoria.
Texto: General Lee
Fotos: Manuel Alferez
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