domingo, 1 de mayo de 2016

Malpaso - 30 Aniversario Bar Lips - Bcn

Malpaso
30 Aniversario Bar Lips - Bcn


Hace treinta años, aquella tierra que fue arrebatada a la Segunda República y, más tarde, inexplicablemente devuelta a una corona que nadie entiende el porqué de su potestad, ingresó en la entonces Comunidad Económica Europea. El Transbordador Challenger estallaba a poco de despegar, el Cometa Halley saludaba por última vez hasta el dos mil sesenta y uno, lanzaban la Estación Espacial Mir, se emitía por primera vez, en la isla nipona, "Dragon Ball”, Argentina ganaba el Mundial de Fútbol de México a Alemania Occidental, Felipe González salió reelegido presidente. Queen arrasó en su concierto en Wembley, encontraron los restos del Titanic, nació Eusko Alkartasuna, la banda de thrash metal “Metallica” sufrió un accidente automovilístico en el que falleció Cliff Burton, bajista. Mijail Gorbachov sorprendió al mundo invitando a tomar café al viejo cowboy del celuloide presidente del país de las maravillas. El grupo “Decibelios” lanza “Barna 92” motivado por la elección como sede olímpica de la ciudad condal, hubo un Irangate, Top Gun, Myke Tyson fue el más joven campeón del mundo (ese mundo limitado por Canadá y México). Nace “Green Day”, Barricada lanza “No hay tregua”, “Los Fabulosos Cadillacs” aquel “Bares y Fondas”, se estrenó “Corrupción en Miami” y, entre otros miles de sucesos más, nació “Bar Lips”. Y, tres décadas después, lo celebró éste pasado día uno de abril como siempre, llenando de metalizadas monturas la amplia acera de ese ciento ochenta y tres de la avenida Mare de Deu de Montserrat, de la ciudad que aún vive de aquel pebetero encendido por la supuesta caída de una flecha ardiente. Una treintena de años siendo testigos del cambio, no sólo de aquella alta zona de la urbe sino, es evidente, de sus clientes habituales que, engrosados por nuevos asiduos, no quisieron perderse la celebración. Con la actuación de un más que conocido grupo del local y de la escena musical, “Malpaso”.



David Campos Beltran, voz y guitarra; Salva “Jocker”, batería; y Paco Halonen, bajo; más allá de ser casi de la casa, ofrecieron su rock and roll sin etiquetas, como dice David, con un “Malpaso” que está muy lejos de hacerles trastabillar y, mucho menos, no llegar “A ningún lugar”. Tema con el que iniciaron el repertorio con el que hicieron bailar a los asistentes, algunos, muy al estilo rockabilly, incluso entre cadera va cadera viene, extrayendo el peine para acicalar su identificativo tupé.



“Divino Blues”, “La diligencia” y “El Descuartizador”, éste último instrumental, donde la acústica guitarra de David parece interpretar una letra que, a los presentes, lleva a pedir unas tapas que exigen hacer uso de largos cuchillos. Mientras Paco se pierde con sus cuatro cuerdas, casi adelantándose a los bombos del “Jocker” lanzándose al inicio de “Corriendo con el diablo” cuyo calor nada tiene que ver con las guindillas de los vermuts, pero que igualmente enaltecen el talante del respetable sin dejar de bailar. Ellas, algunas, con sus camisas de cuadros sin mangas y sus moldeados a juego con grandes y pequeños tupés de ellos, algunos, con chaquetas tejanas o de cuero, todos perdidos en el sonido tan característico de “Malpaso”.



“Sin amor”, “Restos de Serie “, “En otra dirección” y “Rockabilly solitario” llevaron a todos en volandas hasta esos temas finales, homenaje a unos reyes que, a buen seguro, habrían elegido “Bar Lips” para disfrutar de un buen Vermut Musical. “Teenage heaven”, “Gamblin Man”, “Nervous Breakdown”, “Mystery train” y “Something Else” a las que se unió Carlos Ruf, armónica en mano, el más “sobresaliente” de los más que muchos nombres conocidos de entre los reacios asistentes a ese punto final que alejara a “Malpaso” de sus instrumentos, de ese escenario inexistente pero completamente tangible del local del picoteo musical. Sin embargo, lejos de finalizar la celebración, “Malpaso” al completo se unió a la continuación del festejo cuya banda sonora fueron sus temas, sus voces, su música.



Mientras todos se abalanzaban a degustar aún con mayor profusión, vermuts de la casa, vinos, cervezas y tapas. Con la esperanza de que la celebración no sólo no acabase, sino que volviera a empezar, para bailar y disfrutar de esos temas de “Malpaso” capaces de transportarte a un sur que, lejos de ser el original americano, es aún más auténtico perteneciendo a ese norte de la ciudad. Cuya efeméride quedará marcada en el glosario como el día de la conmemoración de los treinta años, tres décadas de esa dispersión necesaria del día a día amenizada con grandes bandas que, a buen seguro, “Bar Lips” seguirá obsequiando, quién sabe, si treinta años más con músicos y grupos tan grandes como “Malpaso”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez y Ferrán Descarrega

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