miércoles, 29 de noviembre de 2017

Exit Order + Lux + La Llágrima - Monasterio

Exit Order + Lux + La Llágrima
Sala Monasterio - Bcn


Mitología es aquello que se refiere a hechos imposibles de ser verificados de manera objetiva por tanto, rebatible y, por supuesto, impugnable. Es una parte fundamental dentro de la cultura e influye estrepitosamente en los comportamientos sociales, ya que está ligada a todas las sociedades por medio de las religiones, aún en aquellas convertidas en mayoritarias en la actualidad y que seienten ofensa ante la posibilidad de que ese término se aplique a su creencia. Es decir, mitología, no es más que una muleta social en la que se apoya una mayoría elevadísima de la población mundial, automutilada mentalmente, necesitada de ese sostén indescifrable e inconcebible para afrontar el aparente sinsentido existencial. Incongruencia esencial que, especialmente en el mundo del arte, no sólo se baraja sino que es el punto de partida indispensable, también plagado de mitos ya que, no hay duda, en sí misma, cualquier variedad del arte es una religión, afortunadamente sin tierras sagradas, representantes legislativos inflexibles o mamotretos de lectura obligatoria. Una creencia en la que se apoya el artista, ese creador que admira y alaba a sus predecesores de los que absorbe su trabajo y formas, imitándolos inicialmente en busca de la concepción de un estilo propio, reservado para una gran minoría, que finalmente engrose una cosmogonía exenta de entes mitológicos y repleta de seres humanos excepcionales. En la historia del hardcore y el punk podrían citarse una serie de nombres imborrables que han configurado ese pequeño macrocosmos del que una gran cantidad de bandas han desarrollado su música. Tres de ellas, una ya asentada y dos nacientes, mostraron el porqué de su posible participación eterna en la cosmogonía de ese universo musical el pasado día veintinueve de noviembre de la mano de “Distribuidora la Trituradora” y “Maite Cardó Productions” en la ya mitológica “Sala Monasterio” de la siempre Layetana ciudad, “Exit Order”, “Lux” y “La Llàgrima” 
“La Llàgrima” inició la noche con la sobriedad que conlleva el implícito mensaje social y existencial de sus letras.





Silvia, guitarra; Olga, bajo; Louis, batería; y Claudia, voz, ascendieron al escenario y tras una rápidas pruebas de sonido, se lanzaron a un repertorio de temas propios que componen su “Demo”, cantados con el idioma de ese nordeste bañado por el mar de ‘Entre Tierras’ y eternamente cuestionado por la defensa de su identidad como pueblo. “La vida es desfá”, “Enganxat”, “Tot pols”, “Amb el ulls tapats”, “No recordes” y “La pó”, fueron la media docena de temas donde la voz de Claudia exaltaba cada reivindicación moral, respaldada por los contundentes rasgados y punteos de Silvia, la aparente indolencia de Olga, golpeando las cuatro cuerdas sin perder la cadencia y totalmente poseída por los dos pares de alambres y, desde luego, el imposible movimiento de los brazos y cuerpo de Louis golpeando las baquetas a un ritmo aceleradísimo. Punk-Hardcores en estado puro que empujo al público a unos pogos alocados y a ovacionar a ésta banda naciente en busca de un espacio en la cosmogonía, “La Llàgrima”. Rápidamente, aún con el eco de las seis explosiones, “Lux”.





Nina, vocal; Klara, bajo; Nico, guitarra; y Louis, batería, igualmente tras una rápida prueba de sonido y, aun siendo del territorio ‘calçot’, en el idioma de aquellas tierras de un más que mitológico Rey Arturo, se lanzaron a su repertorio de autoría indiscutible con temas de su “Demo” y su larga duración, “S/T”. Un punk de los setenta completamente contemporáneo igualmente trasgresor y denuncia pero con un toque de esperanza, endurecido por la potente voz de Nina. En constante complicidad con Nico, cuyo talante desenfadado le llevó a rasgar un tema ajeno y popular bastante alejado de su estilo provocando las risas de un respetable, en su mayoría, tan hodierno como ellos sin aparentes huellas externas de su gusto musical. No así Klara, con su collar de cuero con tachuelas al cuello golpeando las cuatro cuerdas con aquel distanciamiento tan punk roto por la sonrisa de sus rojos labios, siguiendo a la perfección la pauta marcada, de nuevo, por Louis, el mismo batería de la banda anterior, ésta vez menos acelerado en su golpeo pero igualmente alocado en sus formas. Una banda de punk actual picando a las puertas de un firmamento repleto de estrellas entre las que, lejos de querer brillar en consonancia, quieren deslumbrar con luz propia, “Lux”.
Tras ellos, e igualmente ejerciendo una rápida prueba de sonido, “Exit Order”





Anna Cataldo, voz; Paul Henry, batería; Ryan Abbott, guitarra; y Ryan “Terminal” Taylor, bajo; el cuarteto procedente de aquella tierra conocida inicialmente como Trimountaine (tres montañas) en la península de Shawnut para los nativos amerindios, ascendieron al entablado con su tercer trabajo bajo el brazo, “Seed of Hysteria”. Y, desde luego, no plantaron ninguna semilla de histeria, bien al contrario, su punk clásico remozado y sustentado, en parte, por la carismática voz de Anna y, desde luego, su imparable movimiento cual rapero tras el micro, apoyada en los incasables e insaciables rasgueos y punteos de Ryan con las seis cuerdas, algo menos movido que ‘Terminal’, golpeando las cuatro cuerdas y moviéndose al son de la rápida cadencia marcada por Paul con sus baquetas. Un repertorio extenso que llevó al frenesí a un respetable incansable y poseído por los movimientos del pogo hasta que, cual si del final de las regatas de un vinilo se tratara, sencillamente, se acabó el concierto. Una vez llegaron al último tema del setlist, dieron la espalda a un público que tardó en reaccionar antes de ovacionar y aplaudir a la banda, y comenzaron a desmantelar el escenario de sus enseres. Un adiós de concierto al estilo de aquellas tierras que, medio milenio atrás, si quiera eran una quimera literaria y que tantas figuras del panorama musical ha aportado engrosando esa cosmogonía tan particular a la que, quizá, podrán formar parte las tres bandas que esa noche provocaron un ismo en casi el centro del Port Olímpic de la siempre Layetana ciudad, en la Sala Monasterio, “Exit Order”, “Lux” y “La Llàgrima”.

Texto: Yon Raga
Fotografías: Christian García Espinel

sábado, 25 de noviembre de 2017

Fernando Lavado - Highway 61 Revisited - Bcn

Fernando Lavado
Presentación "Alas de Plata" Por Rubén Olivares
Highway 61 Revisited - Bcn

¿Dónde pueden hacer la presentación de la biografía de una estrella del Rock and Roll, la leyenda y su biógrafo? Pues, no hay duda si te encuentras en la siempre Layetana ciudad y alrededores, en el rincón de Dylan en el corazón del barrio de Gràcia en el número veintidós de la calle Joan Blanques, “Highway 61 Revisited”. Una tienda regentada por Uri Batiste Sala y Marta Highway ambientada en esa célebre canción del siempre irreverente y admirado nativo de Duluth, con ropa diseñada y confeccionada a mano de los grandes del rock and roll desde los clásicos de los 50's, hechas por artistas como el gran Nano Barbero y de la mano de “Sweet Cherry”, “Presumidas 50's”, Costureras Rebeldes” o “Cherry Rock’s”, con buena música, incluso en directo. Una segunda casa del rock and roll en cuyo comedor, junto a la semi-batería, el micrófono y una guitarra, se apilaron y casi se agotaron un buen número de ejemplares del libro “Alas de Plata”, biografía de Fernando Lavado y Gatos Locos escrita por Rubén Olivares Rosell. 


Ambos, la estrella del rock and roll, Fernando Lavado y, como así mismo gusta autodefinirse, ‘un tocacojones y provocador nato’, el biógrafo Rubén Olivares Rosell además de una pieza fundamental del proyecto y ex-Gato Loco, Lauren Jordan, fueron recibiendo personalmente a cada uno de los muy considerables fans de la música del biografiado, que no dejo de dedicar cada ejemplar, hasta llegar al momento de la presentación del libro. Ésta, en sí misma, amena y escueta, sólo fue un preámbulo para el pequeño concierto con una decena de los temas más importantes de la carrera de Fernando, acompañado una vez más a la guitarra por Lauren y también en algunos temas por el mismo Rubén.





 Una fiesta para los seguidores de Gatos Locos que, posteriormente leyendo el libro, se darán cuenta que, aunque Rubén en la presentación amenazaba con explícitas escenas de cama, el libro trata con rigor y mucho más secretismo del que aparenta, de la vida de Fernando. Desde aquellos cantos en familia en los que, una única vez, atacó a su hermana con la guitarra al momento actual siguiendo en la brecha. Con un estilo sencillo, no por ello pobre o carente de vocabulario, sino de fácil lectura contado en primera persona y plagado de anécdotas y recuerdos de los muchos integrantes de “Gatos Locos”. A buen seguro, la mayoría de los incontables fans que se acercaron a la presentación, creen conocer todo de Gatos Locos pero descubrirán que no es así, se sorprenderán leyendo las bien distintas voces que harán que descubran a un Fernando humano y, a la par, intransigente y duro. Como él mismo afirmó, cuando emocionado presentó, aun sabiendo que era innecesario, a un Lauren al que cuando le insistió en llevar a cabo el proyecto, le respondió con bastante acritud. Afortunadamente, cambió de opinión y, sin arrepentimiento, se disculpó públicamente con su emblemático guitarra.



También descubriremos en el libro que su autor, no se esconde tras esa máscara de ‘un tocacojones y provocador nato’, bien al contrario, muestra sin pudor la admiración y afecto que profesa hacia Fernando, al que considera un hermano, intentando y consiguiendo, desde luego, colocar a éste donde se merece. En esa posición tan discriminada en estas tierras de tantas lenguas y banderas, como una leyenda viva de la música en general y, evidentemente, del “Rock and Roll” en particular. Un libro que, no sólo resulta interesante para un seguidor de Fernando y sus Gatos Locos, sino para cualquier amante de la música, por su condición confesa de la creación de un mito musical, y para todos en general por su particular enfoque de casi medio siglo de nuestra historia social y musical. Y que fue presentado ese veinticinco de noviembre rayando la una del mediodía, con pastel incluido de Uri y Marta, como tiene que ser cualquier acto relacionado con el Rock and Roll, como una fiesta. Iniciada ya antes de la presentación oficial, continuada con la esperada música de Fernando, “Laredo”, “Alas de plata”, “Mundo maravilloso”, “Bailarás”, “Myster train”, “Prende una vela”, “Blue Suede Shoes” o “Matchbox” y acabada, quién sabe dónde y cuándo. Eso sí, de principio a fin con el eco de las palabras de Rubén Olivares Rosell, bien de la presentación bien de las de “Alas de Plata” Biografía de Fernando Lavado y Gatos Locos.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez

Malas Kartas - Bar Forum Bcn

Malas Kartas
Bar Forum Poblenou - Bcn

Ilusión, realmente, es una percepción errónea de la realidad pero, también, una interpretación entusiasta, una apreciación arbitraria de la inviabilidad. Sin esa ufana probabilidad, a buen seguro, nuestros cuerpos aún se hallarían tomados por el pelaje protector de la selva porque, no hay duda, la evolución genética concretamente humana se debe, no sólo a un entorno hostil sino, fundamentalmente al anhelo. Al deseo de imitar a las aves o a los peces, de enseñar a las proles compartidas mediante rústicos dibujos, de expresar sensaciones inexplicables, aventuras vividas o discrepancias sociales y, por sobre todo, de seguir provocando ilusión, la única fuerza capaz de mover montañas. Y, aunque no de montañas y sí de antaño hermosas riberas repletas de abundantes rosales y otros árboles floridos y frutales, proceden aquellos que el pasado día veinticinco de noviembre en un lugar donde, precisamente, la ilusión lo ha convertido en lugar de cita obligada “Bar Forum” en la siempre Layetana ciudad. Con la valentía, no marcial utilizada para dar nombre a su ciudad de origen, sino de quien tiene la certidumbre de poder mover colinas y cordilleras con su empeño y talento, “Malas Kartas”.



Rafa “Joe”, voz y guitarra; Andrea Ono, coros; Adri Rentero, guitarra solista; Santi Gilbert, batería; y Jorge Ylla , bajo; si bien se presentaron en acústico sin Jorge y con Santi al cajón, en lugar de a la batería. Con apenas tres años de vida tienen ya dos discos bajo el brazo y el reciente estreno del video clip que da nombre a su segundo trabajo, “¡Qué más dá!”, tomaron posiciones en la soleada y parapetada terraza y, obviando las mil causalidades que provocaron la reducida cantidad de público, con la alegría de la ilusión comenzaron con la demostrativa Intro de su pop-rock con pequeñas pinceladas punk. Su matutino repertorio constaba de dieciocho temas propios que iniciaron con “La llave de mi corazón”, atentos al respetable, aún frío y con clara tendencia rocker centrado inicialmente en las conversaciones y en el fondo de sus botellas de cerveza o cócteles. Sin embargo, el quinteto convertido en cuarteto, lejos de amedrentarse y con un “Joe” más bregado en los escenarios que lo que su juventud pueda aparentar, rápidamente comenzó a interactuar con el público, llegando a improvisar temas de Loquillo y Trogloditas y, Adri, incluso arrancarse con “Dire Street”. “Buscándote”, “Dentro de mí” “Nada sigue igual”, “Por un día más” y “Mi locura” iban desgranando el repertorio y mostrando la calidad de unas letras que, aún con mucho toque naïf, encierran una complejidad más allá de la simplicidad e irremisiblemente atrapan al espectador.



 Y, así fue, ensalzados por “Joe” y por la sonrisa de “Andrea” guiando al público, éste repetía estribillos con euforia, mientras las seis cuerdas de Santi seducían a los más puristas y, desde luego, las manos de Santi golpeando el cajón, se hacían presente a cada tema con una calidad indiscutible. “No te he olvidado” y “Joven delincuente”, en ésta se puede entrever no la razón del porqué del nombre del grupo, explicada por ellos, sino el conocimiento del terreno del propio compositor que tiene que ver, y mucho, con esa expresión que los nomina. También, no hay duda, en el resto de los temas anteriores y posteriores como “Loco por ti”, “Cerveza fría”, muy coreada, “Estoy aquí” y, su tema estrella del momento, “Qué más dá”, a la que siguieron “Física y Química”, “Septiembre”, “Las seis de la mañana” y “Jesucristo Pastillas”, curiosa reflexión sobre la quimérica resurrección. A la que, curiosamente, le siguió “Ángel de la Oscuridad” y “Atracción fatal” como tema final pero, el buen hacer de la banda, llevó al público, en ésta ocasión no obligada sino deseada, petición de una más y ellos respondieron con su temazo del momento, “¡Qué más dá!”. Un fin de concierto que se convirtió en comida familiar gracias al carisma del cuarteto, a una calidad musical con un futuro estremecedor por las cotas a las que puede arribar y a una ilusión capaz de abatir el muro más infranqueable, “Malas Kartas”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografíass: Jon Alka

En Jake - Sala Jerusalem

En Jake
Sala Jerusalem Pop Rock - Valencia

Decía Mijaíl Bakunin "Vale más un instante de vida verdadera que años vividos en un silencio de muerte" y yo no puedo estar más de acuerdo con él; vamos, en esto y en cada uno de sus pensamientos filosóficos razonados.
El sábado pasado, en el concierto contra la violencia machista 2017 asistimos a muchos instantes de vida verdadera, exactamente, más de cuarenta y cinco minutos de un concierto brillante lleno de letras combativas y música con alma Punk y Ska.
En Jake es una banda de la comarca de camp del Turia, concretamente de Casinos, son nueve componentes más Isis, la nueva incorporación que en esta ocasión no pudo venir; Manuel saxo tenor y clarinete, Capilla voz, Josevi bajo, Ferran batería, Josan guitarra, Juan trompeta, Enrique trombón, Martín guitarra y Rafael teclado. 



“Si soy un corrupto, tampoco está tan mal, a mis votantes todo les da igual” después de una intro que presagia dolor al contemplar el mundo desde un ángulo bastante triste -Nada de lo que construisteis ha perdurado- suena la primera canción, "Tío Pako", dedicada a un sinvergüenza expresidente de la generalidad valenciana.
Las canciones se suceden, "Bakalao", "Mierda", "Cachorros", esta última dedicada a los jóvenes fachas ¿Quién te ha enseñado a odiar? ¿Quién te ha enseñado a no pensar?. Ya no hay quien los pare, el mercurio del termómetro está subiendo y hay un perfecto equilibrio entre ellos y yo, aún no me he girado porque estoy delante pero seguro que con la peña también… pues sí, con ellxs también.
"Con el amor basta", "Clandestino" y "Pablo", si, ese Pablo, un comienzo de vientos al más puro Punk hacen que después venga la “calma” del ska-rap, pueblo ingrato, pueblo amado, los nueve están haciendo que mi respeto y estimación a hacia ellos sea una dulce afección que llena mi alma de placer.



Llega "Clara", una de las canciones que todxs estamos esperando porque es 25 de noviembre es un día para la lucha contra el puto machismo. Esta canción hace que nos solidarizamos con las mujeres maltratadas, que resuenen en nuestras conciencias que ellas ya no necesitan de nuestra fuerza y nuestro valor, ya no necesitan nuestro permiso para soñar, ya no las vamos a callar.
"Soldado de dios" y "L’estaca" cierran el concierto, "L’estaca" de Lluís LLach tiene como canción 47 años, desgraciadamente aún estamos todxs atadxs, pero estoy seguro que con la fuerza del proletariado algún día podremos liberarnos de los yugos fascistas, capitalistas y reaccionarios que nos esclavizan en esta sociedad.



Mi cara se ilumina porque el poder del Punk y el Ska se han apoderado de mí durante los mejores cuarenta y cinco minutos musicales que he vivido en mucho tiempo, Gracias En Jake por vuestros corazones tan grandes y tan honestos.

Esa noche también tocaron Mantequilla Voladora y Nudozurdo, pero de ellxs ya hemos hablado.

Texto y fotografías: Iziar Kuriaki

Rock Hall Music Fest 2017

Rock Hall Music Fest 2017
Cocheras de Sants - Bcn
25.11.2017

Sin lugar a dudas este festival ha dado toda una lección de cómo se ha de confeccionar un buen cartel sin necesidad de salir ni tan siquiera de Barcelona y sus alrededores. Un cartel equilibrado y con un contenido tan versátil como cualitativo. Cucarachas Enojadas, Mescaleros, Big Mouthers, Güru y Play The Game conformaron un exquisito elenco de bandas que se encargaron de amenizar esa tarde noche otoñal
Abrieron la tarde Cucarachas Enojadas. Curiosa propuesta que no tributa a ninguna banda en concreto, ni a un estilo. Lo suyo es homenajear las canciones que fueron seleccionadas con un gusto exquisito por esos dos monstruos de celuloide que son Tarantino y Robert Rodríguez. De esta forma pudimos rememorar todas aquellas películas que hace unos 20 años supusieron un autentico sunami cinematográfico. Las escenas de Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Abierto hasta el Amanecer o Kill Bill eran rememoradas por mí, mientras la banda iba desgranando una a una todas aquellas canciones que fueron elegidas como banda sonora. A pesar de tener que lidiar con una sala semi vacía registraron un buen show.



Los siguientes en conquistar el escenario fueron Mescaleros.
Y digo conquistar porque eso es precisamente lo que hicieron. Una banda en estado de gracia en la que Amadeo y Manu Reno ofrecen una puesta en escena apabullante. Ahí teníamos a una banda excitadísima que nos deleito con una orgia de delicioso Hard Rock de vieja escuela. Y lo más importante es que esa noche estos tipos venían con cosas nuevas que contar. Esas cosas tenían forma de canciones, de esta forma pudimos disfrutar en primicia de temas como “Out Of Control”, “Betray”, Walking Whit The Angel” o “Right Now” que se acoplaron perfectamente con los temas de sus dos álbumes anteriores. Amadeo es un intérprete de recursos inagotables, un caballero del rock, dentro y fuera del escenario, Uno de esos músicos que merecen emotivas alabanzas, devoción y veneración. La banda mas compacta que nunca sonó incluso mas limpia que en otras ocasiones, se marcaron un show denso y atemporal.





Si hay alguna banda que puede salir al escenario después de haber pasado por el un ciclón como el de Mescaleros esos son mis queridísimos Big Mouthers. Prácticamente me he quedado sin calificativos para definir a estas cuatro bestias pardas. Coraje, tesón, empeño, profesionalidad y corazón en una misma banda. Esa noche dadas las circunstancias eligieron un set más rockero del habitual. En ese set tuvieron cabida temas como “Here Go Again”, “One Vision” su peculiar versión de “My Way” y temas propios como “Keep The Faith” o el estreno de la impactante “Whises”, portentoso tema compuesto por JB, el hombre al que el cordón umbilical le ata a una guitarra. Con estos dos temas nos podemos hacer una idea de por donde van a andar los tiros en su inminente estreno discográfico. El vocerío de los fans los obligo a repetir el tema que estrenaban esa noche dando con el por concluido un show de lo más ameno.





Turno para los Güru de David Palau. David es posiblemente nuestro guitarrista de rock más internacional con permiso de Jorge Salam. La calidad que atesora solo es comparable a su exquisito gusto a la hora de crear música. Después de haber girado este verano por Sudamérica con el mítico Bobby Kimball cantante de Toto, ha llegado la hora de retomar su proyecto más personal. 
Güru son una banda que tienen un marcado carácter americano, con un sonido actualizado pero muy deudor de aquellas bandas que durante los años ochenta coparon las FM de medio mundo. Foreigner, Reo Speedwagon, Survivor o sus adorados Toto están muy presentes en temas como “Red”, “Buenos Tiempos” o “Despertar”.
La banda esta formada por músicos excepcionales que, aunque capitaneados por David Palau cada uno de ellos atesora un altísimo nivel.  La voz armoniosa de Dagarod realizo un auténtico despliegue de generosidad gargantil. Güru se comportaron como esos alumnos aventajados que son y dejo a todo el personal completamente satisfecho. 





Del cierre se encargaron Play The Game. Banda tributo a Queen que obviamente conto con la ventaja de tener uno de los repertorios mas contundentes del rock. Y aunque a esas horas el cansancio hacia mella entre los asistentes, fueron capaces de espolear a un publico que ahora si quedo totalmente saciado de rock.



Texto: General Lee
Fotografías: Maria Jose (Mescaleros, Big Mouthers, Gurú)
Ferran Descarrega (Cucarrachas Enojadas, Play the Game)

viernes, 24 de noviembre de 2017

Canal 69 + Chevy Rockets - Sala Boveda

Canal 69 + Chevy Rockets
Sala Boveda - Bcn


Poseso, que no es ‘pues eso’ mal pronunciado, es una persona cuya voluntad ha sido tomada por un ente maligno y, con los ojos en blanco, cae en un estado letárgico realizando imposibles movimientos balanceándose hacia delante y hacia atrás, además de hacia un lado y a otro, esto es, cual si fuese un barco navegando en alta mar pero en cualquier lugar de tierra firme. Y, desde que la humanidad tiene recuerdo oral o escrito, han ido apareciendo en bien distintas culturas y lugares del globo terráqueo siendo, en todos los casos, cuando menos evitados a causa de esa supuesta entrega a algún ser pernicioso de cualquiera de los inframundos. Sin embargo, a finales de mil novecientos cuarenta, esa toma de voluntad de cualquier persona no fue achacada al dominio de una pérfida entidad, sino al poderoso ritmo musical del místico fervor afroamericano llamado por ellos mismos como “Rocking”, en un claro paralelismo a la nomenclatura náutica, “Rock”, que designa el movimiento de los barcos hacia delante y hacia atrás. De ahí, hasta el momento actual, millones de posesos han sucumbido al influjo “maldito” de ese irremediable movimiento corporal, similar al de cualquier navío, perfeccionado y repleto de variantes paulatinamente al cambio de las bien diferencias disonancias armónicas. Creadas por incorregibles contumaces subyugados a la hegemonía de unas constantes tormentas o calmas chichas navegando sobre un mar de pentagramas a bordo de redondas, blancas, negras, corcheas y fusas sufriendo un eterno vaivén llamado “Rock and Roll”. Una oscilación a la que, a buen seguro de forma embrionaria, cayeron aquellos que el pasado día veinticuatro de noviembre, en la más que naval y marítima Sala Bóveda de la siempre layetana ciudad, procedentes unos de la misma ciudad mediterránea y, los otros, de la urbe regente de la tierra de la plata cuyo nombre debe a la patrona de los navegantes, invocaron unos particulares oleajes a modo de “Tour 2017 - Rock y alma”, que hicieron oscilar a un público poseso al que no se le pasó por la cabeza expresar un estúpido y mal pronunciado ‘pues eso’, “Canal 69” y “Chevy Rockets”.



Una marejada de Blues, rock, funk y country iniciada por los moradores de una zona que aún mantiene el talante de un famoso Kiosco que, no sólo es posible que diera nombre al barrio, sino que influyó en gran medida dentro del talante “rocking” de la zona, “Chevy Rockets”, Eduardo "Vasco" Bariain, voz y guitarra; Martín “Pulpo” Federico, batería; Jorge Blanco, guitarra; Gabriel Gómez, bajo; Oscar Kamienomosky, guitarra; Omar Piñeyro, teclados; (Teclados); y Leandro Rao, armónica. Si bien, esa noche, cumpliendo una promesa de hermandad vitalicia hicieron un combo entre ambas bandas con Toni Larrosa a la batería, Johnny Juliá y Oscar García-Bragado intercambiándose a la guitarra de “Canal 69” y “Vasco”, al micro, Gabriel, al bajo y Oscar a la guitarra de “Chevy Rockets”, iniciando el repertorio de once temas haciendo un homenaje a Norberto Aníbal Napolitano “Pappo”, precursor del blues argentino y del heavy metal además de ser considerado, por otra leyenda, BB King, como el mejor guitarrista de todos los tiempos, con el tema “Mi Voiture”.



 Un comienzo donde, aquellos que pudieran no conocer a ésta banda, se sorprendieron ante “Vasco” por su desbordante voz grave, poderosa y blusera, cual liberado sureño del Nuevo Mundo norteño. Una voz a la que, en dos temas, “Como bajar” y “Ruta 66” se unió la de José Masegosa, vocal de “Canal 69”, cerrando esa complicidad y fraternidad de ambos grupos, no sin dejar de mostrar esa fuerza de “Chevy Rockets” que les ha llevado a ser una banda seguida por miles de amantes del buen rock, blues, funk y country. Algunos de ellos presentes en la sala disfrutando de cada rasgado y punteo de Oscar a sus seis cuerdas, de cada golpe a los cuatro alambres de Gabriel, respaldados por Johnny y Oscar, bien actuando de rítmica bien de solista, y de las baquetas de Toni, siempre increíbles.



 “Desconfío”, “Vas a pedir”, “A nadie más”, otra de “Pappo”, “Rock and Roll y fiebre”, “Arriesgar” y “Camino de barro” de su último trabajo, “Camino de Barro”. Coreadas por buena parte del público aunque, la mayoría, embobado ante esas melodías con denominación de origen del sur del Norteño Nuevo Mundo, pero con esa pátina tan particular y personal de “Chevy Rockets” cantadas por la inconfundible y embelesadora voz de “Vasco” que, tras, “Tengo lo tuyo”, se lanzó a la castellanizada “Blue Suede Shoes” de Carl Perkins como último tema, consiguiendo que nadie echara de menos al Rey del Rock que la popularizó. Un final de inicio de concierto donde, si bien es cierto que, estando suplidos a la perfección, se echó de menos al resto de componentes de la banda, “Chevy Rockets”. “Canal 69” ascendió al escenario e hizo una puesta a punto con gran celeridad debido a que los únicos que no habían tenido tiempo de ultimar sus instrumentos por no haber participado con anterioridad, fueron Raúl Navarro, bajo, sustituyendo a Edu Martínez y Andy Padel al teclado. 





José, emocionado en todo momento, volvió a agradecer al público su presencia y a “Chevy Rockets” no sólo por haber compartido banda y escenario, sino por la imperecedera amistad iniciada, casi casualmente, en su país brindándoles extender su gira “Entre amigos no hay error” por aquellas tierras con un final apoteósico, en el que ya compartieron escenario, y al cumplimiento de la promesa que estaban llevando a cabo de participar con ellos frente a su público más leal. Ese que casi llenaba la sala y que, allí donde vaya “Canal 69”, siempre se encuentra frente al escenario para corear cada uno de sus temas, esa noche concretamente once, que iniciaron pletóricos, con el primer ejemplo de su personal estilo combinado de soul, rock and roll, country, pop y blues, con “Gallo de pelea”. 





Arrancando una marejada que llevaría al respetable a ese estado poseso tan anhelado donde, además, siente como tocan su fibra más delicada. “Flash”, “Déjame decirte”, “Geishas en Madrid”, “Diario de abordo” y “Sabrás quién soy” reconvirtieron la sala en un transatlántico vapuleado por el oleaje donde sus pasajeros, lejos de sentirse aterrorizados, se movían arrítmicos y contumaces. “Juntos a la par” cantada a dúo con “Vasco”, volvió a llevar durante unos instantes a ese estado emotivo y emocionante donde la afectividad se halla a flor de piel, para lanzarse a mover aún más el oleaje tras una brutal demostración de Oscar con la guitarra, con paseo a hombros de José sin dejar de rasgar las seis cuerdas y un final frenético antes de lanzarse a los bises. “Sueños de portal”, “Que no llegue la sangre al río” y “No volverte a ver” poniendo punto final a su desbandada de riffs, baquetazos a veces casi de metal y letras cargadas de cotidianidad emotiva, es decir, la calidad rockera capaz de aunar, que no hipnotizar, al público y llevarlo a ese envidiable estado de posesión, “Canal 69”. En una noche donde las brisas fueron cargadas de enternecimiento y exaltación de la amistad en un “Rocking” provocado por el acercamiento de bien distanciadas orillas con invitados eufóricamente arrastrados al influjo “maldito” de ese irremediable movimiento corporal provocado por el auténtico y letal “Rock and Roll” de “Canal 69” y “Chevy Rockets”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez