jueves, 18 de febrero de 2016

Arlo - Razzmatazz 3 Bcn

Arlo
Razzmatazz 3 - Bcn


No hay duda que los argots, jergas y jerigonzas, son parte de la cultura de un pueblo, aunque ésta quede remitida a una labor, como el conocido dialecto creado por vendedores de coches americanos que, de alguna manera influyó a Jarvis Cocker para componer el tema cuyo título dio nombre a la Sala Razzmatazz. Donde, el pasado dieciocho de febrero, “Arlo”, la banda formada por Quim Ramón, bajo; Xavi Roma, guitarra y vocal; Jaume Piqué, batería, percusión y coros; David Hurtado, guitarra y coros; y Didac París, percusión y batería; se dejaron llevar por ese argot convertido en lengua que es el Rock & Roll.


Procedentes del Oeste catalán y amantes del folk-rock de aquel oeste mucho más lejano del mítico Woodie Guthrie que hizo eterno su tema “This land is your Land”. Ofrecieron su música, ese personal argot en que han convertido su necesidad de expresarse, puro rock, influido por casi todos las corrientes, pero por sobre todo, rock al más puro estilo americano. Con las llamativas dos baterías, Jaume y Didac, sobresaliendo pero sin ensordecer la guitarra de Xavi, o los riff de David, o ese grave ritmo de Quim con el bajo, intercambiando un diálogo con sus anhelantes seguidores que casi llenaban la sala. A lo largo de dieciséis temas, todos propios, salvo el último “Rockin in the free world” de Neil Young, como colofón a su innata y continua reivindicación del carácter humano.


Evidenciaron su conocimiento de algún “Invierno” donde “Otra vez vuelvo a esperar”, con una sorda petición, “Deixa’t sentir” “Com si no hi fos” en una “Canción desnuda” o en “El llibre Mut”, eternamente anhelando lo que supone esa “Noia de mel” y analizando a “Cortés l’assassi”. Siempre “Viatjant lleuger” y alegres porque la vida “No vol deixar-me anar”, experimentados por “Qualsevol camí”, como “Loverman” conocedor del terreno viendo pasar despreocupados a otros que van “Más rápido que yo”.


Y, desde luego, se niegan a vivir en el sigilo, casi gritando “Silencio, no” y, aunque, a buen seguro, en un momento próximo dirán, “No lo vi venir”, como casi estallaron cuando al finalizar, su público, explotó en una unísona y estentórea ovación. Su camino, el de su música, ese argot convertido en lengua mater, parece predestinado a darse a conocer y hacerse compresible para respetables de mayor número. Frente a los cuales, como hicieron éste pasado jueves en la Sala 3 de Razzmatazz, dejaran su impronta, la del particular e icónico estilo de “Arlo”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez

No hay comentarios:

Publicar un comentario