Menzia
Espai Jove Boca Nord
En un pasado no tan lejano, la llegada de carruajes con toldos adornados con representaciones de animales salvajes e, incluso, de algunos paquidermos guiando la caravana, era motivo de algarabía en los pueblos y en los barrios de las ciudades. Los foráneos se engalanaban deseosos de entrar en la gran carpa pasando junto a estrafalarios personajes, algunos disfrazados y pintados, otros, sencillamente, errores de la naturaleza convertidos en muñecos de feria. Como, por ejemplo, la mujer barbuda que podría encontrarse bajo una cinta que pusiera “Nomen Dulcis María”, o los enanos, o el hombre más fuerte del mundo. Una representación de una degeneración, no sólo natural, sino también social que algunos podrían tachar de locura, una demencia por la que pagaban el correspondiente ticket, con aquel casi infantil talante del inmovilismo ciudadano y la carencia de información ante fenómenos aparentemente extraordinarios.
Hoy en día, afortunadamente, manteniendo aquella candorosa ilusión ante la posibilidad de presenciar hechos insólitos, las gentes de pueblos y ciudades, siguen engalanándose en busca de esas rarezas de la anormalidad y acude, ya no a carpas, sino a recintos preparados para ello. Como la Sala del Espai jove “Boca Nord”, donde el pasado dieciséis de abril albergó al grupo local de Metal Melodic, “Menzía”.
Gat, voz; Dídac Narváez, guitarra y coro; Berni Navarro, bajo; Montse Ballbé, teclados; y Roger Gomes, batería; unos fenómenos de la farándula cuya trayectoria comenzó allá por el dos mil nueve, cuando su lozanía les permitía creer en quimeras o en manga y, aún, tal y como saltaron al escenario, todavía en la mocedad, les permite seguir creyendo.
Y, con esa apostura, lanzaron el velo e iniciaron el concierto presentación de su nuevo trabajo “Unveil”, con un teme de éste, “Head sor tails?”, casi premonitorio ese “cara o cruz” a causa de pequeños problemas técnicos, si bien, esa naturaleza apoyada en convertir la peor pesadilla en un sueño, continuaron con “My worst Nightmare”, “Not like you”, “Puzzle Mind” y “Escaping the cage” con esa tan particular voz de Gat, capaz de ofrecer diversos registros al son de su roja melena moviéndose de un lado o a otro, previo sostener el sombrero de copa. Mientras Dídac mueve con soltura la guitarra dejándose llevar por las cuerdas de ésta como marcan los cánones, apoyado por el bajo de Berni y su bombín, las baquetas Roger y, desde luego, en una supremacía a la altura de la voz, los teclados de Montse.
Un espectáculo en toda regla de Metal Melodic, que no olvidó temas de sus tres trabajos, entre ellos, “D-Generation” y “Anemophobia” y que finalizó con “Antagonist’s point of view”. Ante un público engalanado para la ocasión que abandonó el local con el mismo talante de aquellos que, antaño, observaban marcharse los carruajes de telas pintadas con figuras de animales salvajes. Ocultas por la oscuridad, cual siluetas macabras, embargados por la emoción de haber presenciado algo, inenarrable e inolvidable como, esa noche en la Sala del Espai jove “Boca Nord”, con “Menzía”.
Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez
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