jueves, 31 de marzo de 2016

The Bellrays - Sala Bikini Bcn

The Bellrays
Sala Bikini Bcn


Un vocalista es un músico que interpreta mediante la voz, un cantante es un vocalista que se expresa mediante el canto y, Lisa Kekaula, es un instrumento único acompañada de Robert Vennum con la magia de su guitarra, “The Bellrays”. Un campanazo que, el pasado treinta y uno de marzo, resonó en la condal Sala Bikini frente a un más que nutrido público. Acompañados por Paul Rodas, al bajo y Maximiliano Resnicosky, a la batería, aparecieron en el escenario con el mono de trabajo. “Black lightning” y “Mine all Mine”, aún con la mágica voz de Lisa, sonaron algo fríos, no en vano iniciaban el “Spanish Tour 2016” presentando su último trabajo “Covers”.



Y aunque las ganas eran más que evidentes, fue con ”Maniac Blues” cuando la voz y los dedos comenzaron a calentarse, iniciando realmente el concierto que todo el mundo estaba esperando. El de la fuerza irreductible de esa voz femenina que bien podría haber pertenecido como amazona a aquel “Reino de Califia" del que hablaba Montalvo, y que dió origen al nombre del estado federado al que pertenecen ella y Bob. Ya con “Dream Police”, “Pinball City” y “Anymore”, el poderío, tanto de la voz como de la guitarra rasgaron la tela del uniforme de trabajo, y apareció el caudal que todos estaban esperando. 



Lanzándose hacia “The Way”, “Power Born”, “Living Lie” y “Everybody get up” como posesos del ritmo, con esa particular forma de entender y mostrar la música. Dejándose llevar por completo con “Infection”, “Coming Down” y “Perfect”, las seis cuerdas de la guitarra parecían ser una sola, capaz de arrancar acordes imposibles, el bajo de Paul volaba, las baquetas de Maximiliano parecían no existir y la pandereta de Lisa, no podía competir con la garganta de ésta.



Preparándose, entre grito y grito de -This is rock show, people!-, para mostrar su propia versión de “Whole lotta love”, “Man Enought”, “Never say die” y acabar con un apoteósico “Highway to hell”. Perdidos irremisiblemente en la cadencia de sus palillos y sus cuerdas, metálicas y vocales, frente a un respetable tan extenuado como ellos reacios a dejar de oír ese rock & soul-punk-blues. Cuya puesta en escena se convierte en un placentero martillazo directo a la percepción capaz de crear una burbuja donde, únicamente, la voz y la música importan, una pompa creada y rota finalmente por “The Bellrays”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez

domingo, 27 de marzo de 2016

Tete y la Tumbao Band - Bar Lips

Tete y la Tumbao Band
Bar Lips - Bcn


La música es como la luz del sol, ya sea directa o tamizada por las nubes, siempre arranca una sonrisa, incluso en el rostro más apenado. Porque el sol es vida y la música, esa banda sonora que todo ser humano escucha y vuelve a escuchar bien por nostalgia bien por revivir instantes inolvidables, no sólo es vida, sino maneras de vivir. Y, a buen seguro, éste pasado domingo veintisiete de marzo, aquellos que se acercaron al ciento ochenta y tres de la avenida Mare de Deu de Montserrat perteneciente al barrio de “El Guinardó”, en el Bar Lips, además de vivir y mostrar su forma de vivir, rememoraran cada letra y cada nota que escucharon proveniente de “Tete y la Tumbao Band”. Miguel Orea, cajón, kit de percusión menor y coros; Francisco Delgado "Furu", al bajo y coros; y Miguel González "Tete" guitarra y voz; tocaron diecisiete temas, quince propios, de un Blues proveniente de esa Barceloneta de pescadores cuya manera de vivir tanto ha influido en su música. Con temas como “Tragiquismo boogie”, “Gran Ciudadano”. “Soul amigo con amor” o “Guaranchando en la frontera”, letras llenas de una sencillez repleta de un desenfado inteligente y crítico con el comportamiento humano y social.


Aderezado con ese blues tan particular, como el más sureño de allende el Atlántico, pero con la salitre que tiene tomado hasta el último de los edificios de su marinero barrio en cada nota de sus ritmos. Unos sones a los que el público, vermut y tapa en mano, no podía más que dejarse arrastrar por esa melancolía descarada cuyo desparpajo empuja a ese fin, casi primigenio, de la música, la diversión. El placer de perderse en la melodía y sonreír con el mensaje, por dramático o realista que pueda resultar, y dejar que el cuerpo se meza entre las arrastradas notas hasta llegar, a los dos últimos temas, “Volando voy” compuesta por Kiko Veneno y cantada por Camarón de la Isla y “Escuela de calor” de “Radio Futura”, al son blusero y aún más desbocado como punto final a su actuación.



Una forma de vivir y ver la vida que quedará para siempre en la mente del respetable que, como muestra, se resistió a abandonar las paredes del local, Bar Lips, cargadas con el culto a la buena música, la moto y el arte de la cinematografía. Intentando persuadir a los músicos que no abandonaran el escenario y continuaran regalándoles su particular visión del mundo, la de “Tete y la Tumbao Band”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Jon Alka

sábado, 26 de marzo de 2016

The Sewer Rats + Els Panic - Monasterio

The Sewer Rats + Els Panic
Sala Monasterio - Bcn


El cenobita, tradicionalmente, pertenece al cenobio y mantiene una vida comunitaria y aislada, donde la rutina jamás se ve rota por otra cosa que una inesperada lluvia torrencial o alguna pérdida de la cosecha. Sin embargo, afortunadamente, existe otro tipo de cenobita mucho más actual cuya vida comunitaria radica en la nocturnidad de un cenobio anclado en el número treinta del Moll de Mestral, en el Port Olímpic de la ciudad condal. Concretamente en la Sala Monasterio, donde, precisamente, la imprevisibilidad es la rutina de sus moradores, los cuales, éste pasado sábado veintiséis de marzo, se vieron sorprendidos por la gira “Punkabilly Attck –Over X-pain”, ofrecida por “Torment Productions” y anclada en la portuaria sala de la mano de “Maite Cardó Productions”. Con dos bandas para nada cenobíticas los alemanes “The sewer rats” y los lleidatans “Els Pánic”, los primeros en subir al escenario con su mezcla de punkabilly, horrorpunk, psychobilly y punkrock.



Xaku, voz y contrabajo; Johnny Infekt, guitarra solista, Von Torment, guitarra semi acústica; y Charlie “The Barber”, batería; con su aspecto Rockabilly y toques punkies, llenaron el escenario, no sólo por la enormidad del contrabajo. Comenzando con el tema que da nombre a su último trabajo, “Electric shock” “Carrer Boig”, “Podría ser el teu gos”, “She’s evil”, “Atómic Punk”, “Pirates”, “Rockabilly happy” hasta llegar al vigésimo tema “Bastards de l’infern” guiados por la profunda y rockera voz de Xaku, en ocasiones a un ritmo frenético, slap tras slap con ese clásico “cacheteado” rockabilly. Declamando letras en catalán que van desde el desamor al terror con Charlie, entremezclando el ritmo base con la rapidez y sonoridad del punk. Von Torment, al clásico sonido de la guitarra acústica salteado por el guitarra eléctrica de Johnny. Haciendo vibrar a un público, lamentablemente escaso, a causa del terror recientemente mostrado en la capital belga, y que mantenía a toda la península más occidental de Euroasia en estado de máxima alerta. Una prevención que, evidentemente, afectó también a la ciudad condal entorpeciendo la libertad de movimiento, si bien, no en el interior de la sala, frente a “Els Pánic”, los cuales provocaron una necesidad que variaba entre la individualidad del pogo y la paridad del rápido rock&roll. Como, una vez descendieron del escenario, provocaron “The Sewer Rats”. Chris Gin, voz y guitarra; Schorni Walker, contrabajo; y Danny Dillinger, batería; lejos de ser corrosivas ratas de alcantarilla o cenobitas de monótonos hábitos, saltaron al entablado botella de “Jack Daniel’s” en mano y comenzaron su frenético punkabilly.



Haciendo un repaso a su discografía con temas como “Wild at heart”, “All my Friends”, “Diana” y “I gotta get drunk” con Schorni descendiendo del escenario para tocar el contrabajo entre el público, mientras Chris, sin dejar de cantar lanzaba las gafas de un único cristal ahumado lejos de sí y, Danny, manejando las baquetas no sufría el despeine de su cresta, como los tupes de sus dos compañeros, a punto de desaparecer por el sudor. 



Un delirante concierto de éstos alemanes bregados en distintos escenarios del mundo que se sorprendieron cuando, en China, dijeron que iban a cantar una canción de Elvis Presley y el silencio del desconocimiento fue la única respuesta. Si bien, esa noche, silencio fue lo único que no recibieron, el poco público vibró, coreó y bailó sus temas con el mismo énfasis que ellos pusieron hasta el final de su actuación. En una comunidad, desde luego, nada cenobita aun encontrándose en un cenobio, la Sala Monasterio, porque la monotonía y la falta de variedad no es, precisamente, la política que lo rige, como demostraron los ritmos frenéticos de “Els Pánics” y “The Sewer Rats”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Maite Cardó y Christian Garcia

viernes, 25 de marzo de 2016

Silence is Chaos + Klandestino + Cretins - Monasterio

Silence is Chaos + Klandestino + Cretins
Sala Monasterio - Bcn


Punk, en inglés, es un término despectivo cuya acepción varía entre objetos y personas, además de dar nombre a ese importantísimo movimiento musical que se burló y sigue burlándose de la inmovilidad de los convencionalismos, además de enfrentarse a la opresión social y cultural. Y, éste pasado viernes veinticinco de marzo en el Port Olímpic de la ciudad condal, fue posible hacer uso de ese término en todas sus acepciones. Las primeras, por ese entorno tan surrealista plagado de hordas de turbamulta que, incomprensiblemente, han tomado la bucólica belleza del puerto. Y, la última, por ese reducto al estilo de la aldea de Astérix y Obélix, en el número treinta del Moll de Mestral, la Sala Monasterio con un cartel de lujo en su particular “Barcelona punk not dead 2016”, “S.I.C.” (Silence is Chaos), “Klandestino” y “Cretins”. Tres bandas bien diferenciadas representativas de esa última acepción del término, Punk, donde el primero de los grupos en subir al escenario, “Cretins”, mantiene aquel desenfado crítico de “The Ramones” en un más que tributo, versionado de aquellas míticas canciones cantadas en catalán.



Con un sello muy de la tierra, Joanet como Johnny Ramone a la guitarra, Jofre, como Joey Ramone al micrófono; Dídac, como Dee Dee Ramone al bajo; y Tomet, como Tommy Ramone a la batería; agregan detalles como su logotipo, basado en el sello del presidente de Estados Unidos, creado por Arturo Vega, sustituyendo el bate de béisbol por el trabuco, la rama de manzano por el fuet. En el rollo del pico del águila, en lugar de “Hey ho! Let’s go!”, “Bon cop de falç” y, alrededor del águila, en lugar de los nombres de los componentes de “The Ramones” el los componentes de “Cretins”.



Además de portar espardenyes y un cabezudo “El Ximplet” que ayuda al espectáculo con veintitrés temas. Desde el “Rockaway beach” donde “Chewing out a rhythm on my bubble gum” es sustituido por “Mastegant amb ritme el meu xiclet” a “The KKK took my baby away” pasando por “Julia es una punk” en lugar de “Judy is a punk”. Consiguiendo, gracias a su buen hacer que el espectador crea encontrarse frente a unos “The Ramones” catalanizados que, indudablemente, como aquellos, hacen llegar ese Punk inmortal que marcó una época entonces y que, no hay duda, puede marcar una época ahora con “Cretins”. Como, una etapa, puede rubricar “Klandestino”, la banda argentino-uruguaya creada en la ciudad condal y los siguientes en ascender al escenario, Hueso Klandestino, al micrófono; Alexis, guitarra y coros; Mauricio “El Pil”, bajo; y Bestia Negra, a la batería.



Arrasaron la sala con catorce temas de punk rock callejero reivindicativo de la injusticia social y la defensa del trabajador, capaz de crear un clímax de protesta, denuncia y disconformidad mitigado por la necesidad de seguir el diabólico ritmo a base de pogos. Donde descargar la realidad de esas letras cantadas con entrega y convencimiento por Hueso, apoyado en la no menos persuasión de la furiosa armonía de las baquetas golpeando los bombos por Bestia. La convicción de la gravedad de las cuatro cuerdas de “El Pil”, unidas a la certidumbre de una guitarra capaz de suplir la voz y entonar cada palabra con las ágiles manos de Alexis rasgando las seis cuerdas.



Con temas como “Persecución”, “A la deriva”, “Estás preso” y, por supuesto, “Klandestino”, la canción que les define no sólo por el inicial “Ninguna persona es ilegal”, sino por el estribillo “Klandestino, así soy yo”, si bien esa noche rozaron la ilegalidad con sus acordes y evidenciaron su falta de clandestinidad convirtiendo a todos los presentes en un “Klandestino” más necesitados de una vorágine del mutismo que nada tiene que ver con la ocultación. Sino con la siguiente banda en ascender al furtivo escenario, los suizos, “S.I.C. (Silence Is Chaos)”, Samy Chaos, vocal y guitarra; LuTz, bajo; Seo, guitarra y voces; Nino, batería, ascendieron al entablado con la fuerza y la garra de su Punk hardcore y punk callejero nacido de la necesidad de expresar el incomprensible comportamiento de su entorno.



Y, haciendo honor a su nombre, no dejaron ni un instante de silencio para evitar el caos, en manos de su público enfervorecido en pogos al ritmo de la guitarra de Seo, con sus largos punteos acompañados por el rasgado de Samy, micro aparte cantando con ésta. O con LuTz, visiblemente oculto tras su larga melena rubia trasteando el bajo enfervorecido al son de los palillos de Nino, volcado sobre sus platillos y cajas golpeando sin tesón con la cadencia y consonancia de sus compañeros.



Un espectáculo al más puro estilo de la acepción que dio nombre al importantísimo movimiento musical al que se rindió el respetable de la Sala Monasterio, reacio, una vez acabado, a abandonar el lugar. Si bien, todos manteniendo en sus mentes y en sus cuerpos las letras y ritmos Punk de “Cretins”, “Klandestino” y “Silence is Chaos”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alférez

domingo, 20 de marzo de 2016

Besos de Perro + Barrena - Sala Monasterio

Besos de Perro (Tributo Marea) + Barrena (Tributo Barricada)
Sala Monasterio - Bcn


Frente a la aplacada marea tras la barricada, en el Port de Barcelona, donde los peces viejos se cansaron de desenredar anzuelos, sean bienvenidos a éste circo de lo absurdo que las bandas van a empezar en el treinta y tres del Moll de Mistral. En la “Sala Monasterio”, “Barrena – Tributo a Barricada” y “Besos de Perro – Tributo a Marea” el pasado diecinueve de marzo, como astillas colgando se clavaron en el escenario donde, a muchos grupos, sin nada se les ha visto llegar. Casi podía oírse la voz de “El Drogas”, a buen seguro se habría sentido como en casa en la solera de ese escenario pisado por tanto gran artista, “Pasen y tomen asiento pronto que los focos se apagan y el ambiente se va a helar”.



Aunque no fue frío precisamente lo que sintió el mucho más que concurrido público que atestaba la sala, cual si realmente fuesen a asistir a un concierto de “Barricada” o “Marea”. En el momento en que “Barrena”, Juan Carlos “Pinpón”, voz principal especialmente temas de “El Drogas”; Sergio González, guitarra y voz principal, especialmente temas de “Boni”; David Cánovas, bajo y coros; Jordi Farreras, batería; e Iván Torres, guitarra; ascendieron a ese escenario de tan alto abolengo y comenzaron con pitos y trompetas el clásico inicial de “Barricada”, “Sean Bienvenidos”. No hubo frío alguno, si no diamantes en la espalda y escudo “Rojo” entrando a matar la enorme concurrencia, cual convoy sobre raíles desgastados y tornillos amarrados gritó acalorada y al unísono al grupo un “Como yo a ti”.



Todos en la misma lata, con la música rompiendo el motor “Písale”, corea el respetable, castiga más el motor y evita que las balas blancas alcancen a la “Oveja Negra” con la que se sienten tan identificados. Porque sólo quien quiso vivir en libertad puede entender a esa banda que se negó a estar “Bajo control”, alumnos del adoquín que, aún después de recibir tanto golpe, aconsejan un cuerdo  “Echa a correr”, aunque no hay duda, “Por salir corriendo” nadie evita la paliza. Y zurra es la que estaba dándose el público ante esos temas convertidos en mucho más que canciones, representaciones de “Ninguna Bandera”, como si de ello dependieran sus vidas en un ritual camuflado de diversión de “Pasión por el ruido”. Hartos de actuar como mero espectador, “Cada Noche”, ese público harto de trucos de comediante, cual “Animal Caliente”, sólo quiere disfrutar gritando “Ésta es una noche de Rock & Roll”. Con el espíritu de luchas callejeras que pueden llevar a “La silla eléctrica” tras un “Objetivo a rendir” “Tentando a la suerte”, como muestran sus vítores y clamores en un “No hay tregua” en busca de esa visión en “Blanco y Negro” antes de que el sol les diga que es de día.

Aunque, aún deban esperar a que “Marea” en boca de “Besos de perro” les dé cuarenta duros de felicidad de la mano de Ramón Chacón y Bernat Gilabert, guitarra; Gerard Marín, bajo; Isidoro Martínez, batería; y David Cols, voz.



Una felicidad proveniente del hilo de “La Rueca” para coger la sisa a las fachadas con “Alfileres” y llevar a ese ansiado público, enturbiados, hasta el alba y, con los ojos cerrados, que puedan pensar -te veo- aunque “La luna me sabe a poco” y arrastrados por la pátina del desamor, por ese “Barníz” que lleva a exclamar, ¡Ven pa’cá cagüendiós! Parafrasean el “Romance de José Etxailarena”, - porque no hay romance ni flor, que supuren amor viviendo en un florero, los tallos de verdad no se deben quebrar- y se transportan, nota a nota letra a letra hasta esa “Ciudad de los Gitanos”. Donde hay lunas de tela y un sol navajero que al público le hace espetar “Duerme conmigo” porque están hasta las tetas de poetas de bragueta y revolcón. Porque sin “Corazón de mimbre” ese respetable se encabrita cuando escucha ¡Ay, prima mía! y con sus cuerpos “Trasegando” frente al escenario, bailan, no con la mala suerte, sino deseando volver a ser “El perro verde” que no puede juntar el agua con el aceite.



Al son de “Manuela canta saetas”, y no sus fandangos en soledad, sino “Como el viento de Poniente” sin seguir al rebaño levantando la voz, más fuerte que los ladríos de los perros consentíos, gritando “En tu agujero” porque de puertas para afuera se hará todo añicos. Y echaran a correr “Como los trileros” pero no antes de seguir “El rastro” de “Marea” que borra las fronteras con sólo sus pies. Unos pies intangibles que, de la mano de “Besos de Perro” y, anteriormente, “Barrena” les llevó a estar presentes, tanto a “Barricada” como a “Marea” frente a un respetable entregado a ese escenario de alta raigambre de la “Sala Monasterio”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Manuel Alferez

sábado, 19 de marzo de 2016

Andreu Martinez - Bar Forum

Andreu Martinez
Bar Forum - Bcn


Los días de lluvia con esa luz blanca en nada similar a la nocturna pero igualmente mágica, consigue que los pasos sobre las húmedas calles tengan un sonido nostálgico y melancólico, una resonancia desconsoladamente entusiasta. Aún más sí, ese caminar, lleva hasta la peatonal calle barcelonesa de Mariá Aguiló, especialmente al número sesenta y cinco. El familiar Bar Forum, convertido en lugar de encuentro, aúna la sencillez del bar de barrio con enseñas del equipo de fútbol de la ciudad, ornamentos florales, además de una inesperada bandera del Arcoíris sobresaliendo por encima de los expositores repletos de tapas. Y la honra a ese mundo depauperado de la música convirtiendo su pequeña terraza interior, en un escenario público dónde bandas y cantautores pueden compartir su arte al aroma del vermut y unos buenos aperitivos. Incluso cuando, como el pasado sábado diecinueve de marzo, la llovizna toma el terrado convirtiéndolo en un reducto de mágica luz blanca y ecos nostálgicos que embriagaban a los osados espectadores y al irreductible cantautor Andreu Martínez. Acomodado con su guitarra eléctrica y su amplificador bajo el estrecho soportal que da acceso a la terraza, mientras afina las seis cuerdas y se secan sillas y mesas para que su público pueda acomodarse, comienza su intimista concierto.



Ocho temas, todos propios salvo dos, con el cálido estilo de Andreu, una amalgama de rock, jazz y blues, con una voz blusera que transporta, junto a sus punteos, a algún local a la orilla del Mississippi. Donde el mal de amores se convierte en poesía, lírica que en “Side by side”, tema que da nombre a su último trabajo, el amor del que habla es el propio. Como propia fue la voluntad de continuar escuchándolo y disfrutando de su música, aun cuando la lluvia, intermitente, provocaba el movimiento de los asistentes. Parapetándose e incluso, algunos, soportando la llovizna, tema a tema, “The Day i Found my Lady”, “The real one in me”, un sorprendente “Bright Shinny Lights” de Patric Watson. Embriagados por el sonido de su guitarra, casi una extensión, no de él mismo físicamente, si no de su talante, expresando con cada nota y rasgado aquello que porta en su interior, incluso cuando el tema no es propio como en “Further on up the road” de Eric Clapton. Un desgaste, el de Andreu que, tras un pequeño receso, no es evidente en los tres últimos temas, “Bad girl’s blues”, “Another Victim” y “Turn off the lights”, donde deja constancia de su calidad y de la capacidad de transportar al oyente a allá donde él quiera. Aun cuando el entorno, como esa mañana lluviosa en el Bar Forum, si bien añade esa pincelada melancólica del blues, puede entorpecer, que no impedir, que la magia de las seis cuerdas y la poesía de Andreu Martínez llegue hasta ese lugar donde llega el blues.

Texto y fotografías: Yon Raga Kender

viernes, 18 de marzo de 2016

Commando 9 mm + The Proxenets + Dirty Diablos - Sala Begood

Commando 9 mm + The Proxenets + Dirty Diablos
Sala Beggod - Bcn


El pasado viernes dieciocho de marzo, la ciudad Condal se encomendó al color, no a al de las monótonas luces de la Torre Agbar, sino al de las crestas mohicanas de los asistentes a la Sala BeGood. Comandada esa noche por tres formaciones punks, dos incipientes y una tercera casi custodia del movimiento en el territorio peninsular, “Dirty Diablos”, “The Proxenets” y “Commando 9 mm.” Los primeros, Razor y Javi Karnal, guitarras; Alberto Karnal, bajo; Lukas, batería y Miki, voz; “Dirty Diablos” asumieron la encomienda con su Punk Rock provocador frente a una sala repleta.

Foto archivo (Monasterio 22.01.2016)

Foto archivo (Monasterio 22.01.2016)

Blandiendo la cresta rojo fuego, Miki, comenzó a verter las estrofas de sus canciones alentando al resto de mohicanos a convertirse en un Dirty Diablo, a disfrutar de la burla de la creación siendo feo, sucio y diablo, no sólo para esa ocasión. Mientras las batacas de Lukas más allá de marcar el ritmo imponían su búsqueda de las chicas perdidas, las más buscadas y Razor con Javi, rasgaban el sexteto de alambres creando palabras con su sonido donde casi era posible entender que el amor y el odio son el cóctel de hoy. Apoyados por Alberto, golpeando las cuatro cuerdas cual tridente afilado incidiendo con su grave compás en ese olor a azufre que ha tomado el local. Donde no hay buenos chicos que lloran, pero sí una ingente cantidad de coloridas crestas moviéndose al macarra ritmo del punk rock y en la diabólica atmósfera de ácido sulfhídrico de “Dirty Diablos”. 

A la que debe enfrentarse “The Proxenetes”. Charret, batería; Fuket, voz principal y bajo; Rubén, voz secundaria y guitarra, una vez ascienden al escenario “Fieles al vicio”. A su “Adicción al Rock and Roll” convertido en punk rock de sonido homogéneo capaz de trasformar el infierno carnal en calles del casco antiguo donde cada uno lo lleva como puede y como sabe.

Foto archivo (Puerto Hurraco 27.11.2015)

Foto archivo (Puerto Hurraco 27.11.2015)

Y, saber, Fuket, blandiendo el astil de cuatro cuerdas, sabe jactarse con la gravedad de su voz de ese entorno hostil, donde únicamente cabe la importancia de mujeres y Rock and Roll. Apoyado por la voz y el rasgado de la guitarra de Rubén, cuyos punteos apostatan, cual “La larga sonrisa del muerto”, de aquellos que todo lo saben. Al son de los bombos y platillos encomendados a Charret, cual joven forajido armado con sus voladoras baquetas creando la armonía enriquecida por sus rupturas ensambladoras del trío. En un “¡Qué te jodan!” y un “¡Maldita!” dónde no cabe el “No puedo” y sí el “no lo puedo evitar dejarme arrastrar por la adicción, el Rock and Roll del que ha disfrutado el colorido respetable de largas crestas. Vibrando y coreando sus canciones imbuidos por la infernal atmósfera adoquinada con el punk de “The Proxenets” a la espera de aquellos que pidieron que “Dios salve a los taraos” procedentes del más allá, “Commando 9 mm.”.

Empezaron a toda “Velocidad” porque, igual que es innecesario explicar la razón por la que “Charlie no hace surf”. Aún menos imperioso es explicar quiénes son Manolo UVI, voz y bajo; Pedro Sánchez, guitarra, y Rafa PPm, batería; historia pura del Punk peninsular, desde hace algunos años yendo y viniendo como “El retorno de Álex”. 



Con las alegóricas razones expuestas en un “Miénteme” para, entre otras instituciones, a esas que provocan un “Suena Bang” en las calles o en el boulevard de “Jenny, Jenny” aquella que les hizo preguntarse “¿Qué me has dado?” esperando, también metafóricamente, que todo vaya a ir mejor “Mañana”. Aún conscientes que siempre habrá un “Johnny coge el Subfusil” que quiera apagar “1.000.000 de voces” que suenan en su propia oscuridad. No como las que resuenan en la sala, frente a “Commado 9 mm.”, nadie se ha “Desconectado”, acompañando “Canción de Odio” e imitando las reverberaciones y desgarros de la guitarra de Pedro en “Odio en Sudamérica”.



Todos con la misma mala prensa en ésta y aquella ciudad, todos al clamor “Antisocial” porque son otra “Generación Terrorista” y ninguno está “Equivocado” al grito de “No hay futuro” en busca de “Lady Mambo”. Esa que no quiere bailar un tango y mucho menos un pogo, como los que generan al son de esas baquetas poderosas de Rafa, golpeando los bombos marcando “Únete al Commando”, cuyo paso, para nada militar, perfilan las cuatro cuerdas del bajo de Manolo. Cantando a la diversión y al olvido de “cuando no estás tú” en ese “Cuando yo reviente” y no en un coche de “La Policía”, sino de ese “Amor frenopático” que, un día cualquiera, puede provocar ya no sólo una “Parálisis Permanente” sino “Un día en Texas”. 



O mejor, una noche de punk con la autenticidad actualizada de aquellos años en los que el germen de una cultura alternativa, se enfrentó a una realidad casposa y oprimente calcada a la actual. Convertida en movimiento y modus vivendi, cimentado por resistentes mohicanos como los que, esa noche se encomendaron en la Sala BeGood, “Dirty Diablos”, The Proxenets” y los que fueron iniciales Manhigan, lobos enfrentados a la manada, que continúan haciéndolo en ésta tierra de falsos corderos, “Commando 9mm.” 

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Ferrán Siuró y Manuel Alférez

lunes, 14 de marzo de 2016

Triana + Albha - Razzmatazz 3 Bcn

Triana + Albha
Razzmatazz 3 - Bcn

El domingo dia 13 de marzo la mitica banda Triana con nuevos componentes actuaron en Razzmatazz3 de Barcelona ,  el grupo ALBHA se encargo de abrir el concierto como taloneros , capitaneada por Guillermo  Furiase hijo de Lolita  con  buen rock   que muchas veces nos hizo recordar al gran maestro Antonio Flores.



Para continuar con la actuación de TRIANA, las primeras canciones, Sr Troncoso , Hijos del Agobio , Todo es de Color . Juan hizo una pequeña explicación porque siguen con el legado y nombre de Triana, después de la muerte por accidente de circulación Jesus de la Rosa  ( voz y teclados ),Eduardo Rodriguez ( guitarra ) , no quiso seguir con la banda, pero Juan Palacios conocido como TELE ( batería ),si que quería continuar en activo  como TRIANA, pero otra tragedia  sucedia Tele moria  después del primer bolo con la nueva formación . y su viuda le pidió a Juan que siguieran como Triana y que su legado no desapareciera.



Fue un concierto  brutal  el Razz se lleno rápidamente los cientos de fans no dejaron ni un solo momento de cantar su repertorio , se te ponían los pelos de punta al recordar sus canciones y experiencias vividas con ellos en nuestra juventud que ha llovido un poco, una noche para recordar durante mucho tiempo ,fue un grandísimo concierto  las canciones de Triana y su música siempre estarán en nuestros corazones que al oírlas a nadie deja  indiferente .

Texto y fotografías: Ferrán Descarrega