domingo, 27 de marzo de 2016

Tete y la Tumbao Band - Bar Lips

Tete y la Tumbao Band
Bar Lips - Bcn


La música es como la luz del sol, ya sea directa o tamizada por las nubes, siempre arranca una sonrisa, incluso en el rostro más apenado. Porque el sol es vida y la música, esa banda sonora que todo ser humano escucha y vuelve a escuchar bien por nostalgia bien por revivir instantes inolvidables, no sólo es vida, sino maneras de vivir. Y, a buen seguro, éste pasado domingo veintisiete de marzo, aquellos que se acercaron al ciento ochenta y tres de la avenida Mare de Deu de Montserrat perteneciente al barrio de “El Guinardó”, en el Bar Lips, además de vivir y mostrar su forma de vivir, rememoraran cada letra y cada nota que escucharon proveniente de “Tete y la Tumbao Band”. Miguel Orea, cajón, kit de percusión menor y coros; Francisco Delgado "Furu", al bajo y coros; y Miguel González "Tete" guitarra y voz; tocaron diecisiete temas, quince propios, de un Blues proveniente de esa Barceloneta de pescadores cuya manera de vivir tanto ha influido en su música. Con temas como “Tragiquismo boogie”, “Gran Ciudadano”. “Soul amigo con amor” o “Guaranchando en la frontera”, letras llenas de una sencillez repleta de un desenfado inteligente y crítico con el comportamiento humano y social.


Aderezado con ese blues tan particular, como el más sureño de allende el Atlántico, pero con la salitre que tiene tomado hasta el último de los edificios de su marinero barrio en cada nota de sus ritmos. Unos sones a los que el público, vermut y tapa en mano, no podía más que dejarse arrastrar por esa melancolía descarada cuyo desparpajo empuja a ese fin, casi primigenio, de la música, la diversión. El placer de perderse en la melodía y sonreír con el mensaje, por dramático o realista que pueda resultar, y dejar que el cuerpo se meza entre las arrastradas notas hasta llegar, a los dos últimos temas, “Volando voy” compuesta por Kiko Veneno y cantada por Camarón de la Isla y “Escuela de calor” de “Radio Futura”, al son blusero y aún más desbocado como punto final a su actuación.



Una forma de vivir y ver la vida que quedará para siempre en la mente del respetable que, como muestra, se resistió a abandonar las paredes del local, Bar Lips, cargadas con el culto a la buena música, la moto y el arte de la cinematografía. Intentando persuadir a los músicos que no abandonaran el escenario y continuaran regalándoles su particular visión del mundo, la de “Tete y la Tumbao Band”.

Texto: Yon Raga Kender
Fotografías: Jon Alka

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